Juuzou's Jason

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Logré reaccionar, a pesar de no poder moverme, bloqueando el ataque con mi propio brazo. 

Todo pasó muy rápido. 

Lo primero que vi fue la sangre. Manchaba el suelo y mi ropa, y era lo que primero que llamaba la atención. Estaba en shock, no podría creerme lo que acababa de pasar. 

Si no hubiese puesto mi brazo, seguramente ya estaría muerta. 

Lo segundo en lo que me fijé fue en mi brazo - o lo que quedaba de él - que estaba cortado de tal manera que la sangre salía a chorros sin parar y el músculo se veía roto, y era muy doloroso. El dolor vino después, y por último escuché su risa espeluznante. 

"Te sirve bien, ¿no es así...?" su tono de voz era infantil, pero era obvio que se reía de mi. Sus ojos, los ojos, reflejaban la locura.

No sentía miedo. Era extraño, pero después del corte limpio logré calmarme. Es más, sentí pena por el chico. Tan joven, y tan roto.  

¿Qué le habría pasado para acabar así? ¿Para tener un desprecio tan obvio hacia los ghouls? ¿Para acabar siendo tan...psicópata?

A pesar de sentir tristeza por él, saque mi bikaku y en un instante se cristalizó. Perdí poco tiempo en ir contra él, aprovechando su momento de descuido al reír. Logré hacerle en un corte en el pecho antes de que lo pudiese esquivar, pero nada grave. 

Mi brazo ya estaba regenerándose, lo cual era bueno. En poco tiempo, si no me arriesgaba a estar cerca de su arma, lograría tener mi cuerpo restaurado y a su 100%. Si atacaba cuidadosamente, podría caer inconsciente y irme de allí en un abrir y cerrar de ojos. 

Me lancé hacia él, conteniendo la respiración, intentando atacar rápidamente, antes de que pudiese recuperarse del shock de la herida. 

No sé como, logró esquivar el segundo golpe, y me alcé por los aires, sacando mi ukaku para dispararle con mis cristales, y en un abrir y cerrar de ojos todos ellos se disiparon, ya que él los había bloqueado con múltiples cuchillas. 

Suspiré asombrada. No iba a ser tan sencillo vencer a este chico. 

Traté de volver a atacarle, pero era inútil. Solo conseguía hacerle unos pequeños cortes de los que no parecía inmutarse. Seguía atacando, a pesar del dolor que mis uñas afiladas le producían. 

"¡Leiko!" la voz de Ayato me llamó, y, como reflejo, me giré. 

Le vi ahí, parado, sus ojos, que no estaban cubiertos por su máscara, me miraban con miedo. 

¿Por qué me miras así?

Y entonces, lo sentí. El dolor. Era un dolor punzante, seguido de esa enfermiza risa. 

Todo pareció ir a cámara lenta. Me volví a girar, para ver como mi torso había sido cortado, grandes cantidades de sangre fluyendo por el corte, y tenía pinta de ser doloroso. 

Pero, a pesar de la sutil molestia que sentía en el pecho, no era un dolor asfixiante, es más, no sentía absolutamente nada. 

¿Quizás estaba perdiendo la consciencia, adentrándome al abismo de la muerte?

Poco a poco, mis ojos se iban cerrando, y ya no podía ver, ni escuchar, ni sentir. 

Maldita sea... ¡Maldita sea! 

Unirme al grupo que más odio, ser tan imbécil no poder hacer nada... ¿Cuánto más debía de arrepentirme para lograr volver a vivir?

Varias imágenes pasaron por mi mente, y supongo que a eso le llamaban los 'últimos segundos de tu jodida existencia ' 

Antes de caer al suelo, pude notar como algo me cogía, pero ya no tenía fuerzas para luchar contra mi agresor. 

***

Es imposible cambiar el mundo.

***
No podía ver nada, y cuando abría los ojos solo podía ver destellos de luz sin sentido.

¿Estaba muerta?

Eso parecía, porque no sentía mi cuerpo. Al intentar levantarme, no pude, y caí, pero no sentí dolor.

¿Qué estaba pasando?

Leiko... Leiko....

¿Una voz? ¿O era simplemente una broma de mal gusto por parte de ni retorcida imaginación?

Despierta... ¡DESPIERTA!



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⏰ Última actualización: Jul 05, 2017 ⏰

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Único en su clase (TOKYO GHOUL) {AYATO KIRISHIMA X TÚ}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora