Ayato Kirishima

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Tercera persona P.O.V.

Ayato se dirigía a su nueva base, ya que la otra fue atacada por la CCG hace unos días. Desde entonces, todos en el cuartel, incluso Eto, suponía que la causante de ese ataque inesperado fue la llamada Ōkami. O Leiko, la chica que había conocido ayer.

Obviamente, cuando le dijeron que debía de seguirla al salir del edificio, el estaba dispuesto a atacar si era descubierto. Aunque Eto le dio a entender que no iba a ser necesario.

Flashback.

"Ayato ve a por ella" comandó Tatara, atento a los ghouls que estaban por saltar e ir a perseguirla.

Una risita se escuchó por toda la habitación.

"Hehehe... Tatara-san..." la voz de la chica sonó juguetona y entretenida. "No va a hacer falta" rió de nuevo, sorprendiendo a muchos de los presentes "¿No os habéis dado cuenta? Ella no tiene el sentido del olfato bien desarrollado"

Los ghouls que había en la sala se quedaron perplejos. Ninguno de ellos se había dado cuenta de ese pequeño fallo de parte de la chica ghoul.

"¿Y cómo estás tan segura?" questionó Ayato, no convencido por la explicación de Eto.

"Hehehehe... ¿Te crees que un ghoul entraría a una habitación impregnada del olor de otros ghouls?Especialmente si la han estado persiguiendo y estaba tan malherida." una sonrisa se divisó entre sus vendas. "es por eso que he trazado un plan. Parece ser que ella no confía en la gente. Es por eso que Ayato, tu te convertirás en su amigo, o algo más, para que ella confíe en tí y así poder engañarla" sentenció la chica.

Ayato la miró mal. No le gustaba jugar con los sentimientos de la gente, ya que el sufrió algo así cuando era un niño, pero, para no mostrar su debilidad, accedió.

Mientras caminaba por la acera, se topaba con basura y las pegaba patadas, haciendo que una lata se fuese directa a la cabeza de una chica de pelo negro, la cual llevaba una bolsa negra en mano.

"¡OW!" La chica, dolorida, se frotó la cabeza intentando quitar el dolor. "¡¿ERES TONTO?!" Dijo ella girándose, para encontrase con Ayato, el cual estaba a escasos centímetros de su cara. Un sonrojo la cubrió el rostro, pero intentó disimularlo regañando a su amigo. "¡AYATO TÍO!" Ayato sonrió divertido. Le encantaba molestar a Leiko. Quién diría que ella era una asesina.

"Bueno te lo debía después de haberme echado todo ese bote de pintura azul al entrar en clase"

"Fue un puntazo. Especialmente cuando Hana gritó teñido." Dijo ella empezando a reir. "Por cierto, ¿A dónde vas?" Le preguntó después del ataque de risa.

Él se puso tenso, y sus sonrisa se difimunó.

"A ver a un amigo"

"¿En el distrito 9?" Preguntó cautelosa. No se creía la excusa de Ayato, obviamente.

"Si." Dijo secamente. Sostenía la mirada penetrante de Leiko, esos ojos rojizos que le examinaban detenidamente.

Leiko asintió insegura, y le dijo adiós. Se dirigió hacia un callejón cercano y abrió la bolsa que llevaba consigo. Sacó su máscara y se la colocó. Ayer ella se topó con un miembro de Aogiri que la intentó atacar, pero ella consiguió vencerle y sonsacarle información de la localización de su nueva guarida.

Así es como descubrió que se habían instalado en el distrito 9, al menos por un tiempo. 

Se dirigió por los tejados de los edificios hasta una fábrica de coches abandonada desde hacía unas semanas. La iban a demoler en unos meses, así que eso la hacia el escondite perfecto para un grupo de terroristas ghouls. 

Único en su clase (TOKYO GHOUL) {AYATO KIRISHIMA X TÚ}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora