Yo soy tu ángel y único protector [MikaYuu/ReCus/KimiYoi] |Resubiendo|

→ Tres

Mika bufó por quinta vez en el día; hacer que Yuu se concentrara era la cosa más difícil del mundo, hasta los peces mantenían la concentración por más tiempo y eso que solo lo hacían durante tres segundos, lo cual eran dos segundos más que el azabache.

—¿Podrías escucharme, Yuu-chan? —preguntó el rubio tratando de mantener la compostura.

—No.

Un tic nervioso apareció en la ceja derecha del rubio; ¿realmente podía haber alguien tan odioso como ese azabache?

—Si no me escuchas a las buenas, lo harás a las malas, Yuu-chan —avisó el ojizafiro.

Y sin previo aviso, Mika se lanzó encima del azabache, dejándolo sobre la cama en una posición comprometedora; Yuu se sonrojó violentamente e intentó separar al más alto, pero no pudo lograrlo.

—Listo —dijo el ojizafiro sonriendo y separándose satisfecho al ver su trabajo—. Ahora me vas a escuchar, Yuu-chan.

Mika lo había amarrado de pies y manos, lo había dejado inmóvil en esa cama individual.

—No me iré de aquí hasta haberte convertido en un humano de bien —le advirtió el de tez pálida al moreno, quien le veía frunciendo el ceño—. Escucha, hay ángeles que solo cuidan a los humanos desde lejos, los "invisibles" y los que, como yo, vamos de aquí para allá regañando a los humanos, los "visibles".

—No me importa, ya suéltame —gruñó—. Tengo cosas que hacer.

—Primero escúchame, no te tomará mucho tiempo —aseguró—. Veinte minutos cuan lo mucho, Yuu-chan.

—Vete al diablo.

—Nadie quiere ir con él, créeme —suspiró—. Ahora cállate y escucha, enano.

—¿Eh? —el ojiesmeralda hizo cara de confusión, si Mika era un ángel, ¿cómo conocía el infierno?

—De ahora en adelante, tienes prohibido fumar, usar drogas y fornicar.

—¿Qué?

—Y si no me haces caso, te castigaré —espetó.

—¿Quién te crees que eres? ¿mi madre? —se mofó el moreno.

La cara del ojizafiro que hablaba con dulzura se puso seria, y el más bajo se tensó, pues esa cara no le daba buena espina para nada; mientras tanto, Mika tenía los pensamientos más oscuros sobre cómo podría asesinar a ese idiota que seguía amarrado a la cama.