→ Seis

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Usted debe dejar de drogarse y de alcoholizarse, Rene-san —pidió nuevamente Lacus en tono respetuoso.

El aludido suspiró mirando al ángel que sobrevolaba frente a él para evitar que saliera de su casa y le pareció que era lindo; entonces sonrió de lado y le acarició una mejilla gentilmente.

Lacus, trátame de tú —murmuró—. Y no te preocupes, solo iba a ir a la tienda.

B-Bueno, solo lo hacía porque eres mayor —explicó.

¿Qué? —preguntó fruncienso el ceño; ¿acaso los ángeles tenían edad?—. ¿Cuántos años tienes, Lacus?

Quince —respondió tranquilamente—. Los ángeles conservamos la edad que teníamos cuando morimos.

Con que es así... —susurró.

Entonces Rene se sintió mal por él, había muerto tan joven que no pudo disfrutar su vida en absoluto y él, que tenía dieciocho, terminaba su último año de preparatoria y tenía una buena familia, no aprovechaba nada de esto; entendió entonces porqué le asignaron un ángel tan amable.

[...]

Kimizuki y Chess charlaron un poco más sobre sus muertes y conversiones respectivas; era una plática interesante, sobre todo por las expresiones que ambos ponían.

¿Y , rosadito? ¿cómo moriste? —cuestionó ella tras reírse contándole sobre su conversión a diablilla.

Mi hermana fue asesinada frente a mis ojos, así que no fui capaz de manejarlo y yo mismo maté al sujeto —relató—. El caso es que no dormía en las noches y la culpa me carcomía, así que me lancé desde un décimo piso.

Vaya... —comentó la pelipúrpura—. Creo que ya terminaron, ¿vamos a verlos?

El de lentes asintió y ambos caminaron a través de las paredes hasta la habitación de sus humanos; Yoichi estaba profundamente dormido cubierto con una sucia cobija, mientras que Narumi ya se hallaba terminando de atar sus agujetas, completamente vestido.

Me agrada tu estilo de maldad —mencionó Chess meneando su cola con una sonrisa.

¿Puede verte? —preguntó Kimizuki, a lo que ella asintió de manera disimulada.

Ya casi me da su clave de cuenta bancaria y la llave de su departamento —informó el único humano despierto—. Cuando lo haga, quedará en la calle, solo es un estúpido niño rico.

La diablilla sonrió nuevamente, entonces se le subió en los hombros al castaño mayor cuando este iba saliendo y finalmente se despidió disimuladamente del pelirrosa.

Yo soy tu ángel y único protector [MikaYuu/ReCus/KimiYoi] |Resubiendo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora