→ Dieciocho

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Después de haberse reído, burlardo y gritado a los tres por haber cometido un pecado tan aberrante como el haberse enamorado de sus humanos, Kureto le ordenó nuevamente a Guren que los convirtiese, que ya no deseaba verlos en sus dominios, que se ...

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Después de haberse reído, burlardo y gritado a los tres por haber cometido un pecado tan aberrante como el haberse enamorado de sus humanos, Kureto le ordenó nuevamente a Guren que los convirtiese, que ya no deseaba verlos en sus dominios, que se devolvieran al Infierno, a donde los había desterrado antes —y pensaba que estaban, por lo que había acordado esa reunión y no tener que bajar allá—.

Los pobres ex-ángeles se sentían abatidos, el seguir el plan ahora resultaba más complejo porque los estaban obligando a dejar a sus humanos.

Actualmente ya habían sido removidos de sus aureolas y alas, convertidos en demonios y ya tenían asignadas sus colas y cuernos; por el momento, estaban esperando en una esquina de la enorme oficina del dios a que este trajera los ángeles que iban a hacerse cargo de sus humanos.

Entren —se oyó la voz de Aoi desde el exterior.

Seguido, se abrió la enorme puerta, por la que aparecieron la rubia con su usual cara seria, tres ángeles más y Scarlett con un pergamino; los cuatro hicieron una reverencia al de cejas pobladas.

—Ya que están todos aquí —empezó Kureto con una sonrisa triunfante—. Scarlett, esos tres fueron removidos y serán reemplazados por esos tres —indicó señalando a cada grupito con uno de sus dedos; la ojimiel asintió, anotó en el pergamino y volvió a irse, controlándose para no saltar sobre él y arrancarle la aureola—. Ahora, ustedes —llamó refiriéndose a los ex-ángeles—. Como último deber para mí, van a llevar a estos ángeles con sus humanos para que puedan toma la responsabilidad de guiarlos por la verdadera senda de la rectitud.

Sin más opción que aceptar, Kureto abrió un portal y los seis pasaron a través de él rápidamente.

—¿Y tú quién demonios eres? —jadeó un asustado Yuu que estaba sentado en su cama con su computadora

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¿Y tú quién demonios eres? —jadeó un asustado Yuu que estaba sentado en su cama con su computadora.

—Mi nombre es Asura, y seré tu nuevo ángel —se presentó y le sonrió.

Yo soy tu ángel y único protector [MikaYuu/ReCus/KimiYoi] |Resubiendo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora