"Donde los ángeles son reales y deben corregir a los humanos".
Historia Yaoi/Gay.
Boy Love/ChicoxChico.
Advertencia: si son muy creyentes, se les recomienda no leer o simplemente no tomarse a pecho nada de lo que haga referencia a la religión.
Shiny...
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—¿Dónde demoniosestá? Él debería saber que es imposiblequeseescondademí —expresó Kureto con enojo mientras miraba y arrugaba los reportes de diversos ángeles alrededor del mundo que buscaban a Shinya.
Aoi solo le observaba con tranquilidad, acostumbrada a su actitud y dándose cuenta que luego tendría que recoger ese desastre, pero no se quejaba de ello; desde que él la sacó del Infierno, las cosas habían sido interesantes.
—Kureto-sama, sentimoslaincompetencia al no poder localizar a Shinya —musitó ella haciendo una reverencia a modo de disculpa.
El de cejas pobladas frunció aún más su ceño, necesitaba encontrar pronto a aquel albino, pues sino, estaba seguro de que él intentaría recuperar el trono y si transcurría demasiado tiempo, era posible que lo lograra; el poder de la aureola lo iba a consumir lentamente y no debía dejar que eso se convirtiera en un impedimento.
Necesitaba atraparlo ahora que tenía el poder "perfectamente" domado y podía usarlo cuándo y cómo quisiera.
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—La primera faseestácompleta —suspiró Shinya viendo a los tres ángeles que habían caído desde el Cielo y estaban tirados uno sobre el otro—. Gracias por ayudarme, cuandovuelvaamipuestolosrecompensaré, chicos.
Inmediatamente, los tres querubines se levantaron negando ante la oración que había dicho el albino con tanta tranquilidad y una sonrisa.
El Infierno no era lo que le hacían creer a los humanos, es decir, sí era el lugar en donde sufrían las almas sucias y corrompidas que enviaba automáticamente el sistema del Limbo para que fueran castigadas; pero aquellas almas que no eran tan malvadas como para ser atormentadas, que su máximo pecado fue, por ejemplo, cometer adulterio o engañar, se convertían en diablillos.
Contrario a lo que las religiones —en su mayoría— hacían creer a los humanos, el dios y el demonio no se odiaban, por el contrario, solo tenían ideas distintas sobre cómo debían guiar al mundo, pero trabajaban de forma conjunta; todo el tema de el Cielo, el Infierno y el Limbo era un gran sistema, digamos, de reciclaje de almas.