→ Siete

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Podemos enamorarnos, ¿eh? —murmuró el pelirrosa una vez la reunión había finalizado y todos los ángeles se estaban yendo.

Yo creo que está bien, claro, si sientes algo hacia tu humanole sonrió Mika, quien casualmente pasó por su lado y lo escuchó.

Entonces el rubio continuó su camino, dejando a Kimizuki suspirando ante su declaración; además de que debía ir con Scarlett, ella había dicho que tenía muy buenas noticias, por lo que, cuando todo el lugar se vació, se encaminó a la oficina de su amiga.

Ya ahí, ella le brincó encima totalmente emocionada y sin darle explicación alguna.

¿Qué ocurre?le preguntó el poste intentando bajarla de su cuerpo mientras ella lo estrechaba sin más.

Hablé con Shinya-sama, Kimi —rió contenta, el aludido enarcó una ceja sin entender—. Bueno, obtuve algo muy importante —continuó, ahora bajándose de sobre el más alto—. De ahora en más, serás un ángel visible.

Un tenue sonrojo apareció en las mejillas del poste, no iba a negar que estaba feliz, pero su vergüenza la ocasionó el hecho de pensar que Yoichi iba a conocerlo y a saber quien era.

—Eres maravillosa, Scarlett —sinceró Pinky pie agachándose un poco para estrujar a la azabache en un cálido abrazo—. Gracias...

Scarlett sonrió también, hacer a su adorado amigo un poco más feliz hacía que su felicidad también creciera.

[...]

Tras aquella espléndida noticia, Kimizuki volvió a casa de Yoichi, pues ya el castaño debía haber despertado y debió irse del motel; y tal como supuso, él estaba recostado en la cama boca arriba y se veía pensativo.

Nervioso, el pelirrosa cruzó la ventana mientras se transformaba en una pequeña lucecilla que creció hasta que volvió a ser él mismo; apenas observó a su humano, notó que no estaba ya en la cama, sino en una esquina de la habitación, refugiado en una almohada y sin dejar de temblar por el pánico.

¿Q-Q-Quién e-eres?interrogó el más bajo asustado.

Soy tu ángel de la guardale sonrió el de lentes con amabilidad.

Despacio, y viendo que el castaño dejó de temblar, el poste se acercó a él y lo ayudó a ponerse de pie, seguido, ambos se sentaron en la cama; cabe añadir que Kimizuki realizó toda acción con una tierna sonrisa que provocó nervisisimo en Yoichi y que su corazón se acelerara un poquito.

M-Me llamo...trató de decir el más bajo.

Yoichi Saotome, lo le interrumpió—. Mi nombre es Shiho —expresó volviendo a sonreír.

El castaño se sonrojó ante la mirada atenta del querubín, le dio vergüenza que alguien tan guapo como él le observara de aquella forma; y sobre el pelirrosa, él no podía pensar en algo más que no fuera lo tierno que se veía el ojioliva.

[…]

Amor de mis amores, mi humano soñado...recitó Mika con exageración.

Yo soy tu ángel y único protector [MikaYuu/ReCus/KimiYoi] |Resubiendo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora