Yo soy tu ángel y único protector [MikaYuu/ReCus/KimiYoi] |Resubiendo|

→ Veintidós

La gran oficina del Cielo estaba ocupada por Mikaela, Yuuichirou, Rene, Lacus, Kimizuki, Yoichi, Scarlett y Shinya, los cuales debían discutir el siguiente paso a realizar; además de que esperaban a Guren, y cuando este llegó, el albino finalmente habló.

—Scarlett, lleva a los humanos afuera, por favor —pidió tranquilo.

Obedeciendo, la azabache les guió fuera de la oficina y cerró la puerta al salir, dándoles privacidad a los demás seres que se quedaron dentro. Sin embargo, su preocupación creció.

—¿Qué pasará con ellos? —preguntó nervioso Yoichi, mirando a la chica.

—La voluntad de Shinya-sama lo decidirá —expresó sonriéndoles para tranquilizarlos.

Pero no funcionó, los tres sentían que había algo mal y que no tenían que estar tan confiados.

—Somos conscientes de que nosotros dimos nuestro permiso para que ustedes llevaran a los humanos al Infierno, pero una vez que todo el asunto con Kureto ha terminado, no podemos permitir que ellos vuelvan a su mundo sabiendo todo —expresó el azabache, recostado en la silla en donde estaba su pareja.

—¿A qué se refieren...? —preguntó Kimizuki, ciertamente temeroso de la respuesta.

—Ellos perderán sus memorias de los últimos días —dijo Shinya; los tres abrieron los ojos con sorpresa—. Y ustedes regresarán a sus puestos, seguirán siendo sus ángeles, tal y como antes.

—Pero, Shinya-sama... —intentó opinar Lacus, sintiendo su corazón pesado.

—O bien, pueden resignarse a que ser reasignados a otros humanos y que ellos pierdan sus conocimientos sobre ustedes —continuó Guren, serio—. Es una decisión que recaerá en ustedes, así que llevenlos de vuelta y luego vengan aquí para que nos informen.