Seguí su anatomía con mi mirada, comenzaba a tornarse borrosa debido al agua salada que salía de mis ojos, ¿Cómo mierda sabía mi nombre? Era la segunda vez que lo veía y en ningún momento había pronunciado mi nombre.
Limpie las lágrimas de mis mejillas con el dorso de mi mano y me dispuse a salir de aquel oscuro lugar.
Mis pisadas se escuchaban con el irritante sonido de una sirena, tenía la mirada sobre el suelo, analizando lo que sea que haya sucedido minutos atrás, mí nombre sobre sus labios había sonado tan diferente, pasé sobre de un charco y al finalizar este, mire unos relucientes zapatos negros. Me maldije a mí misma por no haber visto los colores destellando sobre el auto policial.
Seguí subiendo mi mirada hasta encontrarme con un hombre, vestía su uniforme prolijo, como si lo acabará de planchar, su placa dorada relucía, le sonreí nerviosa antes de fijarme en su rostro.
Su rostro era masculino, con las facciones de un hombre joven, sus labios estaban en una fina línea recta, y sus ojos color avellana no me dejaban de ver. Carraspeo y trague saliva.
-¿Qué hace usted aquí, señorita?- preguntó examinando mi rostro.
- Y-yo, sólo e-estaba ca-caminando y escuche un ru-ruido - tartamudee, jugando con mis manos.
-¿Qué fue lo que escucho?- preguntó más serio.
Mire a mi derecha buscando el auto negro, ya no estaba, suspire aliviada. Volví mi vista al oficial quien me veía expectante.
- Y-yo creí escuchar v-voces - tartamudee, otra vez. Sentí que no podría decir la verdad. Por alguna extraña razón, quería protegerlo.
-¿Está segura?- pregunto dudoso de mí.
-Sí, totalmente - balbuce, mirando a otro lado.
-Está bien -dijo tratando de converse a sí mismo - ¿Hay algo que puedo hacer por usted?- preguntó por último.
-No, estoy bien - murmuré.
-¿Gusta que la lleve hasta su casa?- preguntó, regalándome una sonrisa radiante.
Lo miré un segundo y pensé mis opciones, ir caminando, sería más tardado y tal vez podría ver el amanecer o en el auto de la policía si lo veía mi madre, me castigaría de por vida. Mire al oficial vacilante. Este seguía esperando mi respuesta.
-Está bien -murmure algo incómoda - ¿Podría pedirle un favor?
-Claro - aceptó guiándome hacia la patrulla.
-¿Podría apagar las luces y la sirena?- pregunté entrando al auto, en el lugar del copiloto. Esperé si respuesta en lo que él subía, me miro intentando entenderme.
-Está bien, es algo molesto, ¿no?- preguntó el oficial. Asentí dándole la razón y ahorrarme la explicación de mi madre, para luego mirar por la ventanilla.
Al poner el coche en marcha me pregunto mi dirección, se la di y siguió mis indicaciones. El camino estaba igual de tranquilo que cuando salí de casa. Me tenté a decirle que me dejará algunas casas antes de la mía para evitar problemas con mi madre. Muchas veces el oficial intento establecer una conversación conmigo, pero yo no estaba de ánimos como para hablar y se me hacía bastante raro eso.
Descubrí que su nombre era Alex Evans, y era su primer año en servicio.
Cuando por fin llegamos, le agradecí por su atención y corrí a la entrada de mi casa. Busqué la llave debajo del tape que había en la entrada, abrí la puerta y espere a que el oficial Evans se fuera, al ver el auto perderse de mi campo de visión, me adentre a mi casa, escuché pasos en la escalera y cerré la puerta silenciosamente.
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Prófugo |Harry Styles|
FanfictionGwen creyó que sólo había sido una etapa de su vida, jamás se imagino enamorarse del asesino de su mejor amigos, el dueño de cada pesadilla y temores. Nunca supo la razón de su muerte, pero, aquellas frías palabras pronunciadas por aquel extraño la...