Prófugo |Harry Styles|

Capítulo 35 "Paranoico"

Tara tuvo que irse después de la comida para que su madre le diera todas las indicaciones del cuidado de su casa y de sí misma y también pasar un rato juntas. Por lo que me quede sola en mi habitación escuchando cualquier canción que se escuchará en la radio.

Después de un rato de ver la ventana o el techo de mi cuarto, se me vino a la mente una imagen y decidí comenzar a dibujarla, por lo que fui por mis cosas y me concentré en los trazos que surgían en mi mente, cada uno de ellos estaba hecho con delicadeza, la música me ayudaba a sumergirme en el dibujo y que saliera tal y como yo lo quería, después de hacer la base se notaba que sería una bailarina de ballet que estaba en el suelo representando una caída.

El tiempo pasaba tan rápido cuando me concentraba en un dibujo, que no me di cuenta que ya eran pasadas de las diez de la noche, el dibujo estaba casi listo, sólo faltaba alguna sombra o un detalle más definido. Su rostro estaba afligido por su caída y se veía bastante real.

Lo mire por largos segundos buscando alguna cosa que estuviera mal ante mis ojos críticos y al no encontrar nada, di por terminado mi dibujo guardando mis cosas.

Mire mi celular recordando las palabras de Harry, pero no tenía ninguna llamada perdida suya, suspire y guarde el electrónico en un bolsillo de mi pantalón, por si llegaba a llamarme.

Desconecte la radio haciendo que la música cesara y salí de mi habitación con un pie acalambrado por estar mucho tiempo en la misma posición, sacudí mi pie esperando que eso ayudara pero no fue así, camine hacia las escaleras mordiendo mi lengua por el hormigueo que sentía cada vez que pisaba y escuche las voces de mi familia en la planta baja.

Los tres se encontraban en la cocina comiendo algo que mi madre acababa de preparar, ya que aún estaba el sartén en la mesa.

-Hey -los llamé haciendo que todos voltearán a verme.

-¿Qué hay, cielo?- preguntó mi padre limpiando las comisuras de sus labios con una servilleta. Antes que pudiera decir algo Mark habló.

-Creí que estabas muerta, sólo se escuchaba tu música -dijo achinando sus ojos y soltó una pequeña risa.

-Estaba dibujando -me encogí de hombros y me senté en mi lugar habitual. Mi madre me dio un plato limpio con un poco de la comida que había hecho.

-Gracias -dije antes de tomar un cubierto y ver mi plato, me dieron náuseas de verlo, no era que la comida de mi madre fuera mala, solamente no tenía ganas de comer.

Jugué un poco con la pasta que estaba delante de mi antes de comer un poco, todos nos encontrábamos en silencio. Pero era algo tranquilo y al parecer Mark ya no estaba molesto.

-¿Qué es lo que estás dibujando, Gwendy?- preguntó mi padre otra vez.

-Una bailarina -conteste con orgullo, Mark me miro por un segundo y volvió su atención a la comida.

-Eso es dulce, Gwendy. -dijo mi madre y reí. Fue lo último que se menciono sobre mi dibujo y se adentraron en una conversación en torno a la vida laboral de Mark.

Mi mente estaba en otro lugar, sin prestarles atención a mis padres, recordé la fiesta y que no le habían dicho nada a mi padre y mi mamá tenía una ligera idea de lo habría mañana, por lo que sólo le tenía que comunicar a mi papá.

-Papá -dije y me gane una mirada de su parte invitándome a seguir,- Mañana Tara y yo vamos a hacer una fiesta, y tal vez me quede con ella para ayudarla a limpiar.

Pareció pensar la situación, para luego hablar,- Bien, pero no quiero que haya droga -dijo mirando más a Mark que a mí y reí.

Mi hermano mayor bufó, y todos entendimos a que se refería. Él no era drogadicto y ni siquiera la consumía a excepción de una vez y no salió nada bien, ya que paso la noche en la prisión.