Sus manos comenzar a descender por el dobladillo de mi blusa, metiendo sus manos dentro de la tela, sentí un escalofrío al sentir sus manos sobre la piel expuesta de mi anatomía, mi corazón comenzó a acelerarse y sentí como mis rodillas comenzaban a temblar.
Mis manos jugaron con su cabello revolviéndolo de la parte de atrás, sus labios dejaron los míos para proporcionarme suaves y dulces besos sobre mi mandíbula, abrí mis ojos para poder verlo o lo poco que podía ver de su silueta, recordé el porqué vine y no era exactamente esto por lo que había llegado a su casa.
Se separo de mi, haciendo que dejará de sentir la sensación de sus labios sobre mi piel, mi corazón seguía latiendo a la misma salvaje velocidad al igual que el suyo. Sus ojos seguían siendo de un color verde oliva, pero esta vez no veía su mirada enojada, era diferente, sus pupilas estaban dilatadas. Pero aún así, su anatomía seguía suavemente recargada sobre mi, como si necesitara de nuestra cercanía para vivir.
Mis ojos no se separaban de los suyos, había algo que me lo impedía y me hacia perderme en el color de sus órbitas.
-¿Está el idiota esperándote?-pregunté en murmuro ronco, lo mire sin saber a que se refería y estaba segura que no se refería a Tara.- Con el que estabas hablando, nena -explicó, volví a la realidad. Negué con la cabeza dispuesta a hablar, sus manos seguían jugando sobre mi piel haciendo que mis pensamientos se nublarán.
-No -fue lo único que dije, enarco una ceja y me miro expectante.- No lo quiero ver más -dije, por alguna razón sentí la necesidad de explicarle mi sentimientos hacia Masson.
-Pues parece que él no piensa lo mismo que tú, dulzura -ronroneó sobre mis labios, lo empuje levemente, creando mi espacio personal.
-De todos modos, ¿Qué hacías espiándome?- cambie el tema, no necesitaba que Masson volviera a ser el centro de mi vida, y sí lo llego a ser en un momento de mi vida.
-No cambies el tema -dijo marcando sus dedos sobre mi piel blanca, me removí de su agarre logrando que su fuerza fuera removida,- ¿Quién es él? -preguntó en un gruñido.
-¿Estas celoso?-pregunté sin querer hablar de Masson, no necesitaba que Harry sepa quien era y qué él en cierto modo ya sabía esa respuesta, bufó y saco una de sus manos de mi blusa para llevársela a su cabello y echarlo hacia atrás. Extrañamente no me sentía nerviosa de su cercanía, me sentía a gusto de bajó de sus dedos y eso no estaba bien.
-¿ Debería, muñeca?-preguntó acariciando mi mejilla, sus ojos estaban cristalinos pero aún con ese verde oscuro. Me encongi en mi lugar, sin saber qué decirle, no éramos nada para que lo estuviera.- ¿Me vas a decir quién diablos es?
-No quiero hablar de él -le hice saber, asintió sin reclamar, cosa que le agradecí en silencio.
-¿Y de qué quieres hablar?- preguntó tranquilo como si todo el episodio que habíamos creado fuera nada más que una alucinación.
-De ti -dije sin más, era a lo que había venido a saber que paso en la noche y haría que me dijera la verdad.
-¿De mi?- carcajeó, a lo que asentí.- ¿Y qué quieres halar de mi?- preguntó mirándome a los ojos.
No sentía miedo de hablarle con dureza, no tenía miedo de como fuera a reaccionar, ya no sentía nada de eso, lo único que quedaba era un extraño sentimiento al cual no le podía poner nombre.
-Quiero hablar de lo que pasó anoche -dije en un tono bajo, sabía que se volvería a enojar pero en este momento no me interesaba. Lo escuche gruñir y soltó mi anatomía alejandose unos centímetros.
-Voy a matar a ese hijo de puta -lo escuche susurrar, acomodo su cabello de una manera salvaje y rápida haciendo una mueca como si le doliera algo.
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Prófugo |Harry Styles|
FanfictionGwen creyó que sólo había sido una etapa de su vida, jamás se imagino enamorarse del asesino de su mejor amigos, el dueño de cada pesadilla y temores. Nunca supo la razón de su muerte, pero, aquellas frías palabras pronunciadas por aquel extraño la...