Prófugo |Harry Styles|

Capítulo 9 "Preguntas"

Me miro en un su rostro no hubo algún cambio, movió su vista de mi haciendo que el motor de su auto rugiera, lo seguí con la mirada mientras se perdía entre las calles.

El sonido de un chasquido me hizo quitar la vista del lugar que era ocupado por el auto como el color de la noche. Mire a Alex, quien regresaba su brazo a su costado.

-¿Estas bien?- preguntó mirando mi rostro con cuidado, sacudí mi cabeza para olvidar esa extraña chispa.

-Si, estoy bien, creí ver a alguien -hablé, saliendo de mi propio transe. Volqué mi mirada al establecimiento que estaba frente a nosotros.
Entramos al lugar sintiendo como el olor a cafeína se colaba por nuestras fosas nasales, suspire absorbiendo el distintivo olor.

Hicimos nuestro pedido para luego robos a sentar a una mesa del fondo, no sabía de que hablar con Alex, por lo que estuvimos callados un buen rato, hasta que nos llamaron.

-Yo voy no te preocupes -dijo mientras se paraba de su lugar y me regalaba una dulce sonrisa, se la devolví y asentí con la cabeza- ¿Le pones algo a tu café?- pregunto antes de comenzar a caminar.

-No, así esta bien gracias -le agradecí y mire como caminaba hacia el mostrador, mi mente seguía en el momento cuando mis ojos se mezclaban con los de ojos verdes. Ese "algo" que sentí se repetía una y otra vez en mi memoria.
Un vaso de papel reciclado fue colocado frente a mis ojos, lo tomé entre mis dedos para darle un pequeño sorbo al líquido caliente. -Gracias -dije antes de volver a llevarme el vaso a los labios.

-No es nada, -hizo una pausa mientras disfrutaba de su bebida- Así que Gwen, ¿No deberías de estar en la universidad?- preguntó. Reí recordando las palabras del profesor.

-Se supone que si -solté una pequeña risa, Alex negó con la cabeza y se acercó a mi, su rostro se convirtió serió y me miro directo a los ojos.

-Eso no se hace, ¿Lo sabias? Podría llamar a tus padres -dijo riendo, su rostro volvió a estar iluminado por la alegría, parecía como si fuésemos amigos de toda la vida.

-No lo sabía, gracias por la información -deje que el sarcasmo saliera de mis labios, frunció el ceño, como si hubiese recordado algo. -¿Qué sucede? -le pregunté llevándome el vaso a mis labios, para darle un sorbo. Sus ojos buscaron los míos vacilantes, sus labios se abrieron como si fuese a articular alguna palabra, pero no lo hizo, hasta el segundo intento.

-Yo se que no es de mi incumbencia, pero, ¿Quién era el hombre con el que estabas el Viernes?- preguntó, el líquido que fluía por mi garganta se atoró haciéndome toser, el oficial Evans seguía viéndome esperando una respuesta, que no tenía.

-Un amigo -dije intentando parecer lo más relajada posible, sentía como si estuviese mintiendo a la justicia, espere a que siguiera, me sentía mal, como si estuviera guardando algo malo, yo sabía en lo que estaba metido ojos verdes, lo había visto actuar dos veces, lo que me podría convertir en su, ¿cómplice? No, yo llame a la policía la primera vez, y la segunda ellos aparecieron, pero, no le dije la verdad. ¿Por qué no simplemente le decía y ya? ¿Cuál era la razón por la cual no le había dicho a nadie? No sabía la razón.

-¿De dónde lo conoces?- volvió a hacer otra pregunta, lo mire sin saber enserio que contestarle, mi mente comenzó a formular cualquier cosa que fuera útil, su voz me saco de mis pensamientos - Si no quieres contestar no hay ningún problema, no estas obligada a hacerlo.

Asentí sin saber muy bien que decir o hacer - ¿A qué viene esto?- ahora fui yo la que preguntó. Se rasco la parte de atrás de su cuello y me miro. Espere cualquier cosa, menos su risa.

-Lo siento, no quería incomodarte, sólo creí haberlo visto en algún lugar -murmuro buscando las palabras correctas, mis nervios volvieron por alguna extraña razón, no sabía porqué. Yo no había hecho nada malo o ¿si?