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-Hola-¿ya están en casa?

-si-responde Maddie-ven rápido o me comeré la pizza-amiga ya empieza la película!!!-grita Claire desde el otro lado del teléfono.

-¡voy enseguida!

[...]

Las lágrimas de mis amigas caían como cataratas mientras yo cargaba con el llanto en mi garganta.Nuestros viernes eran así, una buena película, comida y a veces nuestras lágrimas como consecuencia.

-bueno me tengo que ir-dice Claire-mis padres se van a preocupar.

-voy contigo-dice Maddie.

-bueno, nos vemos-digo algo triste.

-no te va a pasar nada si te quedas sola una hora, ya van a venir tus papás-dice Maddie.

Sí, estoy sola en casa.Mi papá está trabajando, mi mamá está con mi hermano en un cumpleaños y mi hermana tenía que estudiar con una compañera.
Esta situación me hace sentir un poco incómoda, soy miedosa y no puedo estar tranquila hasta que lleguen mis papás.

Luego de despedirnos, me dirijo a mi cuarto para tomar un cuaderno y empezar a adelantar tarea pero justo cuando entro, y busco para encender la luz, siento un agarre en mis hombros que me empujan contra la puerta. No puedo estar más desesperada y asustada en este momento, estoy por abrir la boca cuando una mano me detiene  y puedo deducir que es un hombre, al saber esto golpeo en donde más le puede doler. Quedó liberada del agarre y enciendo la luz rápidamente.La persona que se encuentra en el suelo es nada menos que Frederick Anderson...

-¡Estás loca!-exclama él-creo que quedaré estéril con el golpe que recibí.

-Me parece que el loco eres tú, ¿qué haces aquí?, casi me das un paro cardíaco.-le contestó desesperadamente.

-me metí en un lío y bueno unos chicos me estaban siguiendo, vi tu casa y trepe, no sabía que era tu cuarto-dijo parándose-¿tus padres están?.

-No están, pudieras haber tocado la puerta al menos.

-¿y si estaban tu padres?, ni en sueños, le avisarían a mis papás y ya estaba en tu patio para que dar la vuelta-dijo tranquilamente-me quedaré hasta saber si es seguro salir.

-¿en qué te metiste?, ¿les debes algo?, ¿acaso estás en malos pasos?-dije en tono serio.

El se limitó a sonreír y observar mi cuarto.

-Así que éste es tu cuarto-dijo tocando los libros y cuadros que estaban en el estante.

Me quedé callada y parada al lado de la puerta.

-por Dios, relájate, no te haré
nada-dijo riéndose.

-mi problema es que estas aquí-dije sentándome en un sillón que se encuentra en la esquina de mi  cuarto.

-¿por qué te metes en problemas?-pregunté.

-no hice nada malo, estaba tranquilamente con unos chicos que conocí y vinieron unos "amigos" de ellos y empezaron a insultarse, me insultaron y bueno me defendí, vi llegar a la policía y empezaron a correr, yo también lo hice pero luego me perseguían, vi tu patio y bueno aquí estoy.

-pero¿por qué no evitas meterte en problemas?

-me gustan los problemas-dijo con una sonrisa-bueno me voy, nos vemos Lizzy.

Lo acompañe a la entrada y luego me puse a pensar que tal vez él no era problemático, simplemente llamaba la atención de sus padres, tal vez el no estaba de acuerdo con la mudanza y hacía todo lo posible para que los padres retomen la idea de volver a su antigua cuidad...

~Sentimientos ocultos~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora