Epílogo

104 19 61
                                    

Seis meses después.

Algunos cabellos cortos que no logré atar en la coleta por esa misma razón se mueven  por la suave brisa y logran estorbar mi visión. Mis pasos son ligeros y rápidos tratando de no caer por llevar de la correa a Sparky, quien está más grande y pesado por lo que ahora tiene más fuerza. Sacarlo a pasear se ha convertido en la manera de salir y pensar tranquilamente sin que me interrumpan. Así que camino por todo el parque y luego regreso a casa para seguir con mis repetitivas actividades: llorar por enamorarme tan joven, extrañar los consejos de la abuela, dejar de leer libros de romance, ver series y hacer tarea.
Mis vacaciones se basaron casi en lo mismo solo que pude ir a la casa de mi abuela y poder hablar con ella todo el tiempo, supo decirme que todo iba a estar bien y que no me preocupara.

Pero eso no resultó sencillo.

No resultó sencillo olvidar a Frederick.

Los primeros días me preguntaba como la estaba pasando él en su situación. Es difícil descubrir la verdad y más difícil enfrentarse a esa verdad. Luego pensaba en nosotros, en lo que no somos, en lo que no seremos. Me acostaba pensando si había conocido una chica o si volvería pero me terminaba durmiendo con lágrimas en mis ojos.
Tenía que olvidarlo, él tenía su problema y no volvería.
  
Hoy es diferente, cumplo diecisiete años y me comprometo a olvidarlo por completo. No seguiré viviendo con la ilusión de que él volvera. Tendré que hacerle caso a mis amigas quienes me dijeron que a veces tengo que vivir a base de la realidad y no de las historias románticas que leo. Al principio cuando me lo dijeron me molestó y lloré en mi casa toda la noche pero luego con el tiempo me di cuenta de que si nos olvidamos el uno del otro sería mejor, nadie sufriría.

—Ya casi llegamos a casa... —anuncio cruzando la calle con Sparky. — ¡Hoy comeré pastel, y los deliciosos sándwiches que prepara mamá! — digo entusiasmada, me planto frente a la puerta de mi casa y toco el timbre esperando a que me abran. Se escuchan unos pasos pesados y luego mi padre abre la puerta con un maletín en la mano.

—Llegó la cumpleañera que me acompañará a la empresa para luego recoger a su madre. —dice papá moviendo las llaves del auto. Rezongo y dejó que Sparky entre a dentro.

—¿No puedo quedarme en casa? —digo suplicante. —Es tan aburrido mirar esa planta verde que hay en frente del sofá, de tan sólo pensarlo me duermo.

Parece meditarlo, y luego ríe.

—Quería regalarte un libro, o quieres que te traiga uno que no va a gustarte seguramente.

Mis ojos se iluminan, lo abrazo para luego buscar un libro que había dejado a la mitad esta mañana y lo meto en mi bolso que me regaló la abuela hace un año. 

  —Nos vemos, Sparky.— me despido corriendo hacia el auto como un niño que se dirige a una tienda de dulces. 

En el camino mi padre me deja poner música así que escucho atentamente las letras mientras observo desde la ventana todo lo que me rodea.

—Has estado muy pensativa estos meses. — su voz interrumpe una canción lenta y encojo mis hombros en respuesta. No quiero hablar del por qué.

— Eres mi hija, te conozco. ¿Es por el chico Anderson?  Sé que lo querías. — no contesto, no hace falta decirle que si —.   Déjame decirte que a veces alejarse hace bien — suspira y prosigue —. Alejarse lleva a una persona a pensar si realmente está haciendo lo correcto, a saber que es lo que quiere o a repararse.

  — Yo quiero olvidar a Frederick.— digo molesta.—¿Por qué me es tan complicado? —digo exasperada.

  — Cuando conocí a tu madre, ella me ignoraba por completo y yo no sabía que hacer. Estaba completamente enamorado de ella pero tuve que alejarme e intentar olvidar lo que sentía.  Entonces me alejé unos meses y  de repente un día me di cuenta de que no podía seguir engañándome a mi mismo; así que busque y volví a intentar hasta que un día tu madre me aceptó.—sonríe dulcemente y me guiña un ojo. Yo solo siento que todo mi discurso que llevaba escribiendo para mi misma se borra de a poco.— Creo que tú y yo sabemos porque no puedes olvidarlo. No te engañes.

~Sentimientos ocultos~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora