Capítulo 34: Final.
Mis amigas siguieron con la mirada a Christopher intrigadas, sin embargo se limitaron a decir que irían a mi cuarto para dejarnos hablar. Salimos y nos sentamos en el segundo escalón de la entrada. Es un día tranquilo, algunos vecinos salen a trabajar y algunas mujeres riegan su jardín como todas las mañanas. De repente me acuerdo del por qué estamos aquí y una oleada de calor invade mis mejillas a causa de la vergüenza.
Mucho antes de conocer a Frederick hubiese estado encantada del beso, pero ahora me sentía culpable. A pesar de que Frederick había terminado conmigo yo seguía y sigo enamorada de él, por lo tanto ese beso lo único que logró fue que habitara en mi un sentimiento de culpa por lastimar a Christopher y porque Frederick me viera.
-Habla tú primero.
-Yo... - carraspea después de un largo silencio. Mueve nervioso sus manos en busca de las palabras correctas. - lo siento mucho, no quería hacerte sentir mal y mucho menos colocarte en una situación incómoda.
-Está bien, no hay problema. No quiero arruinar nuestra amistad. Lo sabes, ¿verdad? - digo en tono suave y pongo mi mano en su hombro. - Sin embargo me molestó que no me dijeras lo que ocurría contigo.
-Lo sé y yo tampoco. Yo no sé en qué estaba pasando, simplemente creo que pasar mucho tiempo juntos me confundió, añadiendo que eras la única chica que no se me había lanzado...creí que podría ser diferente-ríe y yo también lo hago. Por fin todo vuelve a ser como antes. -no volverá a pasar, te quiero al igual que a nuestra amistad.
Asiento y lo abrazo. Puedo sentir como cae una bolsa de mis hombros sabiendo que todo se arregló.
-Yo también te quiero y algún día vas a conocer a una chica que esté destinada a estar contigo.
Larga una carcajada y me guiña un ojo pícaramente.
-Se ve que arreglaste las cosas con Frederick -canturrea divertido. Por mi parte me hago la enojada, pero sé que en mi estómago comienzan a volar mis mariposas.
- ¿Por qué lo dices? -inquiero tratando que mi voz surja normal y no como un tonta enamorada.
- ¿Por qué lo digo? -sonríe incrédulo. -cada vez que escuchas su nombre te sonrojas y no solo eso, no estás de mal humor como ya sabes...has estado estas semanas.
-No es así.
Suspiro y le cuento todo lo que había pasado. Mis miedos e inquietudes que habían albergado en mi cuando me enteré que sólo se había acercado a mí con el interés de ayudar a su padre-evitando lo ocurrido al final con los papales -pude hablar sin callar y él me escucho detenidamente.
-Yo creo que él te quiere de verdad, aún me duelen los golpes en mi rostro -bromea y vuelve a tornarse serio. -Si bien es cierto que no tenía interés en ti al principio pero se enamoró y eso no se puede cambiar, Liz. A ti tampoco te gustaba, es más te caía mal y terminaste perdidamente enamorada de él. Pienso que debes perdonarle.
Estoy sonriendo como una boba, mis mejillas se han vuelto a enrojecer y Christopher no deja de mirarme con gracia.
-Sí, ahora deja de mirarme. - me torno seria para girar mi cabeza pero Christopher me toma por el hombro para abrazarme una vez más.
- ¿Qué ocurre? -la voz de mis amigas al salir a la entrada captan mi atención.
-Nuestra pequeña está enamorada -comenta Christopher y revuelve mi cabello.
Me aparto como un tomate. ¡Basta de avergonzar a Liz!
-Bien, vamos a tomar un helado. -sentencio en camino a la calle.
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~Sentimientos ocultos~
Novela JuvenilLiz , una adolescente de 16 años, quien dice estar enamorada de Christopher Cooper, un chico que no sabe de su existencia. Ella se pregunta todos los días por qué sigue insistiendo en algo que nunca pasará, pero vamos, todos hemos tenido un chico al...