Desmontando a Harry

Capítulo 16 - Remontando a Harry

¿Cómo va todo por aquí? Yo he pasado unas vacaciones tranquilitas. He tenido algún percance pero vaya, nada irremediable, estoy bien, no os preocupéis. Una, que ya no tiene edad de ir jugando con columpios, jeje ¡!

Queridas Lectoras Asiduas, es un verdadero placer para mí informaros de que este, justo este y no otro capítulo, es el motivo verdadero de todo el fic. Nuestro motivo verdadero. Por razones más que suficientes no puedo deciros cual es nuestra escena predilecta, cual es LA ESCENA, LA SITUACIÓN que vimos en nuestras pervertidas y pervertidoras mentes y que nos lanzó de cabeza a escribirlo.

No os diré nada más, no puedo, mis labios deben sellarse o ItrustSeverus y nuestro Maestro me cerraran la boca de forma poco agradable. Con lo cariñosos que pueden ser cuando quieren...

Como siempre, agradeceros que estéis al otro lado, aguantándonos. Besos para todos, de vuestra Culebrilla.

Snape's Snake

¿Qué tal, niñas, cómo estáis? ¿Ansiosas por ver qué es lo que esconde Severus tras esa mirada maliciosa del final del capítulo anterior?

Pues no sufráis, porque ya sólo os quedan unas líneas para descubrirlo ;)

Tenemos que avisar de que poco a poco nos vamos acercando al final de este fic, ya quedan pocos capítulos, pero os gustará saber que todos serán muy intensos :)

Y sin más, os dejo para que leáis el capítulo, que imagino que estaréis impacientes por espiar de nuevo a Harry y Severus en sus andanzas, ¿o debería decir sus correrías? XD

ItrustSeverus

Muchas gracia a todos los que habéis puesto esta historia en favoritos o en alertas.

Y por último, gracias a todos, tanto si lo hacéis desde las sombras o bajo la luz de los comentarios.

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Capítulo 16
Snape se echó hacia atrás en su asiento, apoyando las manos en los reposabrazos con calma absoluta y gesto circunspecto, como si su polla y la polla del chico no estuvieran a punto de reventar de excitación, y le miró de arriba abajo mientras Harry temblaba ante él.

-Snape, no... –se llevó la mano a su miembro agonizante, pero el profesor se la cogió y la apartó con brusquedad–. Por favor... necesito...

-Lo que necesita, Potter, es hacer exactamente lo que yo le diga.

Harry soltó un quejido lastimero y se mordió el labio. No creía poder soportarlo, su polla reventaría por la presión y se convertiría en un eunuco, seguro. Necesitaba aliviarse ya o se volvería loco.

-Por favor... –imploró.

El hombre sonrió de medio lado.

-Estoy de buen humor –dijo con voz sedosa–. Mejóremelo –y mirando su enorme verga, que se elevaba hacia las alturas estoica, gallarda, y con una gota de líquido preseminal desbordando de su punta de forma provocativa, añadió–. Creo que antes ha expresado claramente cuál era su deseo.

El muchacho volvió a lamentarse, incapaz de pensar con claridad. ¿Su deseo? ¿Cuál había sido su deseo? Poco importaba lo que hubiera deseado antes, porque ahora todo su ser gritaba desesperado por una única cosa: poder correrse. Lo único que quería era seguir sintiendo cómo esos labios, ahora curvados en una sonrisa maliciosa, le seguían acariciando, degustándole, libándole como si se tratara de una flor a punto de soltar el polen, llevándole muy cerca de explotar en mil y una esporas... pero esto no parecía entrar en los planes inmediatos de Snape, así que se forzó a pensar por un momento a qué se debía referir. Tras unos instantes de dificultosa concentración, Harry abrió mucho los ojos, de pronto lo había visto todo claro: el maldito Slytherin le estaba pidiendo que se la mamara. Sin embargo, en la situación en la que se encontraba, la tentadora posibilidad de catar el deseable manubrio de su profesor había pasado casi a un segundo plano.