Al día siguiente por la mañana, Emma se levantó arrastrando los pies. Decir que estaba nerviosa sería un eufemismo. Aterrorizada sería la palabra más justa. Y estaba extenuada. Esa noche, no había podido pegar ojo y le había dado vueltas, como en bucle, a la conversación que iba a tener con sus padres. Se había imaginado diferentes escenarios, había preparado su discurso intentando elegir las palabras justas. Pero sabía que dijera lo que dijera, y la manera en la que presentara las cosas, no iría bien.
Encontró a sus padres en la cocina, sonriendo y radiantes como de costumbre.
«Hola» les hizo un gesto con la mano y se sentó a la barra.
Su padre le dio un beso en la frente y le puso delante una taza de chocolate caliente, mientras que su madre la abrazó y le dedicó un feliz.
«¡Buenos días, cariño!» Observó a su hija unos segundos y añadió, preocupada «¿Has dormido mal?»
«Sí»
Ella miraba su taza sin atreverse a alzar la mirada.
«¿Algo te preocupa?» Se podía ver claramente la inquietud en los ojos de David.
«Puedes contárnoslo todo, lo sabes» Snow apoyó una mano en el brazo de su hija y le dedicó una tierna mirada.
Emma alzó la cabeza y reviró los ojos. ¿Por qué siempre hacen una montaña de un grano de arena? Ella se mordió el labio con nerviosismo, después se pasó una mano por el pelo.
«Yo, euh...voy a mudarme»
Los Charmings intercambiaron una mirada sonriendo. No parecían en absoluto sorprendidos, y David le respondió sencillamente.
«De acuerdo»
Snow asintió sonriendo ligeramente; la mano en la espalda de su marido.
«¿Qué? ¿Eso es todo?» la rubia frunció el ceño
«Para ser sinceros...lo sospechábamos, cariño» ante la mirada inquisitiva de su hija, ella añadió «Tienes 30 años y un hijo. El apartamento no es muy grande y podemos comprender que tengas necesidad de más espacio y más intimidad»
«Es normal, los hijos abandonan el domicilio paterno cuando se hacen adultos» David sonreía, pero la nostalgia se leía en sus ojos «Ya estamos agradecidos por haber podido vivir contigo estos últimos años»
«Oh» Emma suspiró, aliviada. Bebió un sorbo del chocolate y se tomó algunos segundos para reflexionar. Estaba yendo mejor de lo que había imaginado. Solo quedaba abordar el tema "Regina-bebé" «Ok. Estoy contenta de que os lo toméis así»
«Somos tus padres, Emma. Estamos para apoyarte, no debes preocuparte por ese tipo de cosas» Snow le sonrió tiernamente.
«¿Entonces?» David se volvió a servir un taza de café y se sentó frente a su hija «¿Ya sabes dónde vas a vivir?»
«De hecho sí...» Emma quería seguir, pero fue interrumpida por una exclamación de su madre.
«¡Tendrías que habérnoslo dicho, hubiéramos podido ver pisos juntos!»
«Bueno, euh...de hecho» la rubia bajó la cabeza sin desviar la mirada de su chocolate «Voy a vivir con Regina»
«¿Tú vas a qué?»
«¿Perdón?»
Sus dos padres se quedaron en shock. Tenían los ojos desorbitados, la boca ligeramente abierta y la incomprensión mezclada con una chispa de cólera se leía en sus miradas.
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Quiero un bebé
FanfictionTRADUCCIÓN del fic frances Je veux un bebé de YouCan'tTakeTheSkyFromMe314. Tres meses después del regreso de Neverland. Emma y Regina son amigas y se entienden bien con la custodia de Henry. Todo va bien o casi. REgina tiene una idea en la mente y...