Quiero un bebé

Concesiones y acercamientos

Una semana más tarde-sexta semana de embarazo. Granny's

«¡No puedo creerme que lo supieras y que no me hayas dicho nada!» exclamó rabiosamente Emma.

«No podía saber que eso te interesaba» respondió Ruby sonriendo mientras ponía un chocolate caliente a la canela delante de la rubia.

«¡Lleva a mi hijo! ¡Evidentemente que me interesa!»

«Por cierto, ¿cómo te has enterado? ¿Te lo ha dicho ella?» preguntó la morena sin quitar su sonrisita

«Fue un accidente» Emma puso una ligera mueca «Las sorprendí en el despacho»

«¡Hmm...debió ser muy caliente!» Ruby se mordía el labio inferior visualizando la escena

«No. Fue repugnante» respondió secamente Emma

«Te estás pasando un poco, ¡las dos están buenísimas! ¡Espero que no le hayas dicho eso a Regina!»

«Pues le he dicho que lo que hacía me asqueaba» replicó la sheriff, con un atisbo de culpabilidad en la voz.

La morena desorbitó los ojos y dijo más severamente

«Genial. Seguro que lo apreció. ¿He de suponer que peleasteis?» dijo revirando los ojos

«No, no. No tengo ganas de enfrentarme con ella» se rascó la nuca «Y Whale ha dicho que debe evitar las situaciones estresantes»

Se calló voluntariamente el hecho de que había invadido la cama de la morena completamente borracha y añadió apretando la mandíbula

«Pero, esto no me gusta en absoluto»

«Solo tienes que decirle que estás celosa» declaró Ruby como si nada

Emma por poco se ahoga con el chocolate y respondió susurrando para no captar la atención de los otros clientes.

«¡Pero estás loca o qué! ¡No estoy celosa! ¡No quiero acostarme con Regina! ¡Pero me enerva que la otra zorra pasee sus manos por su cuerpo cuando está mi bebé dentro de ella!» Pensó en lo que había visto en el despacho y añadió poniendo los ojos en blanco «¡Y además lo hacía demasiado fuerte!»

«Estoy segura que su Majestad no tuvo ninguna queja»

«¡Ruby!» se indignó la rubia «No bromeo, ¡aún hay riesgos de que ocurra un aborto!»

«¡Estás exagerando!» la morena rio ligeramente «Hablamos de sexo no de saltar al elástico y sabes que Regina tiene cuidado»

«No me importa. No me gusta esa chica» murmuró Emma con los ojos puestos en la taza

«Mira, hablando de la reina de Roma» exclamó Ruby mirando hacia la puerta.

Emma giró la cabeza en la misma dirección que la morena y vio a Emily, sonriente, entrar en la cafetería. Reviró los ojos cuando la rubia se acercó a la barra.

«¡Buenos días, Ruby!» exclamó con un gran sonrisa

«¡Hola, Emily! ¡Estas radiante!» respondió Ruby guiñándole un ojo mientras Emma la fusilaba con la mirada.

«Sheriff Swan» dijo la secretaria sonriendo a la rubia de manera hipócrita.

«Emily» respondió Emma de la misma manera

«Entonces...» dijo Ruby con cierta sonrisa divertida «¿Qué te pongo?»

«Una ensalada de pollo, una hamburguesa doble con suplemento de bacón y papas fritas. Todo para llevar, por favor»