EL ARTE DE LA MENTIRA II

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Alguien tocó a mi puerta. Abrí los ojos, parpadeando para que mis ojos se acostumbraran a la luz. El cielo permanecía encapotado, pero el brillo del día era bastante fuerte.

Desde mi visita al Mundo de los Vivos, habían pasado unas semanas y todo estaba prácticamente de cabeza.

Mas hollows estaban apareciendo, y como el Capitán Comandante dijo, Hollows con la máscara rota también había empezado a aparecer por todos lados. Se hacían llamar "Espadas". Parecían tener la fuerza de un capitán, por lo que los otros shinigamis eran prácticamente inútiles para combatirlos. Me enteré de que el Capitán Hitsugaya y su subcapitana por poco habían sido asesinados por dos de ellos en el Mundo de los Vivos.

Lo verdaderamente extraño, era como me había enterado de eso: El mismo Byakuya-sama me lo había contado. Últimamente estaba llegando más temprano a casa, pese a que debería ser lo contrario con tanto ajetreo. Casi se ha hecho habitual que los tres (Rukia, Byakuya y yo) nos sentáramos a beber té antes de dormir. Pero lo más extraño era que ahora hablaba conmigo, se sentaba frente a mí a iniciar una conversación. Me ponía bastante nerviosa estar en su presencia, pero me agradaba porque quizá eso significaba que por fin me tomaba en cuenta.

Me sentía tan feliz.

Volvieron a tocar "_________-sama, Byakuya-sama la espera en la sala, dice que debe hablar con usted."

Eso me hizo levantarme como resorte "Dile que voy en cinco minutos"

Me vestí y me peiné lo más rápido que pude y salí sin ponerme joyas o maquillarme, total, era temprano en la mañana.

"Buenos días, _________" Byakuya me saludó al verme.

"Buenos días, Byakuya-sama" lo saludé también, me percaté que estaban con él dos personas de su escuadrón. Dos shinigamis bastante altos y de aspecto serio. Bueno, para mí todos eran altos, yo soy pequeña, apenas era unos centímetros más alta que Rukia.

"_________, ellos son Daigo Osamu y Fujiwara Katsuo. Te acompañaran de ahora en adelante"

"¿Eh? ¿Por qué?" pregunté.

"Rukia acaba de irse de vuelta a Karakura y yo estaré llegando a casa un poco tarde a partir de hoy. Ellos se encargaran de tu seguridad ahora que estarás aquí sola."

No pude evitar desconfiar un poco.

Después de casarnos yo solía quedarme todo el día con Ginrei-sama, y después de su muerte, me quedaba en la mansión sola con la servidumbre todo el día, prácticamente era como vivir sola porque Byakuya se iba muy temprano y no regresaba hasta muy tarde, o directamente se quedaba a dormir en su escuadrón. De hecho así lo hizo durante un buen tiempo, en el que yo estaba aquí siempre sola y jamás le preocupó ese hecho.

"Pero... "empecé a replicar.

"Solo quiero asegurarme de que habrá alguien que te proteja mientras no estoy. Prácticamente ni los sentirás." como si hubiera logrado conquistarme con esas palabras, todas mis dudas se habían ido volando. El simple hecho de saber que se preocupaba por mí me había hecho ceder de inmediato.

"Está bien, Byakuya-sama".

"Me voy entonces" me dijo tomando su bufanda del sofá. Antes de irse se paró a hablar con sus subordinados "Ya saben qué hacer."

"Sí, capitán" le respondieron al unísono. Se veía que eran muy disciplinados.

Byakuya-sama no dijo nada más, yo me quedé mirando el lugar por donde se había ido.

HEARTH OF DESTRUCTION (Aizen-- Byakuya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora