HEARTH OF DESTRUCTION (Aizen-- Byakuya)

EL PODER QUE QUEMA EL ALMA

AIZEN.-

Empecé a recorrer Las Noches, los Arrancar aún se encontraban envueltos en sus respectivas peleas, los Menos Grande no eran rivales para ellos, pero habían aparecido varios, una gran cantidad y justo en un momento como este.

_________ no podía esconderse de mí para siempre, ella seguía aquí y yo lo sabía.

Se me ocurrió que no podía estar en los pisos altos, ahí era donde estaban concentrados más Menos Grandes, de lo contrario alguien se habría percatado de ella, de modo que tenía que estar en algún lugar de los pasillos subterráneos, pronto averiguaría para qué.

Bajé a los pasillos que estaban bajo Las Noches, eran como un laberinto porque conducían a diferentes partes con acceso a todos los lugares si sabias moverte. _________ solo había estado por aquí para ir al laboratorio de Szayelaporro y a las salas de entrenamiento, solo conocía una ínfima parte, no tardaría mucho en encontrarla. Seguí los pasillos que ella conocía, se me hacía raro no sentir su presencia aún, porque yo sabía que ella estaba por aquí, pero algo me impedía confirmarlo, como una muralla.

Fuera lo que fuera, estaba decidido a que no interferiría con mis poderes, la encontraría a como dé lugar. Mi poder era más grande que cualquier cosa, así que esa interferencia no duraría mucho. Comencé a atravesarla y a sobrepasarla con mi poder, entonces... sentí un reiatsu ajeno por una fracción de milisegundo, no pude identificar de quien, pero era de un...

Shinigami.

Apreté los dientes y me apresuré.

Al fin localicé a _________, justo donde antes había estado ese reiatsu, luego sentí una poder muy familiar, la presencia de un Menos Grande, había uno cerca de donde estaba ella.

Llegué rápidamente, la vi de espaldas a mí con el Menos Grande delante de ella, agarré mi zanpakuto para matarlo antes de que le hiciera algo, pero...

"Destroza" un hoyo se formó en el medio del cuerpo del Menos Grande, este fue creciendo hasta que el Menos Grande desapareció convirtiéndose en polvo lo que había quedado de él, por supuesto, el polvo también se esfumó.

Tan pronto eso pasó, me puse delante de ella, sobresaltándola con mi aparición repentina, fui muy claro con lo que quería saber "¿Qué estabas haciendo?"

"Yo estaba..." pero antes de explicar, _________ empezó a toser con fuerza, se cubrió la boca e intentó respirar, pero su tos repentina no la dejaba, como si algo le obstruyera el paso del aire, se apoyó en la pared mientras seguía tosiendo sin poder parar, en aquel momento escupió una gran cantidad de sangre en su mano, la sangre goteó de su palma y sus dedos al suelo, y siguió tosiendo unas gotas más, ensuciándose el vestido.

Su ojo derecho comenzó a llorar sangre, una sola lágrima, pero era obvio que no era normal.

"¿Qué?" ella inquirió al ver como miraba esa gota que salía de su ojo y rodaba por su mejilla, se dio cuenta y la limpió con el dorso de su mano limpia, observando en ella lo que acababa de frotar.

"Ven." la tomé del brazo, haciéndola caminar, la llevé conmigo usando un shunpo, pareció marearse por la velocidad con la que lo hice, ella tosía de vez en cuando, continuaba escupiendo sangre.

Estábamos en el laboratorio del octavo espada, Szayelaporro no había salido porque le ordené vigilar a la arrancar de pelo azul, se paró e intentó saludar, mostrándose algo extrañado por el estado en que traía a _________, tosiendo sangre. Ahora que lo notaba, sus ojos estaban llorosos y húmedos.