HEARTH OF DESTRUCTION -PARTE UNO

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  Mañana seguramente... 

...tus sentimientos estarán lejos. Es cierto, nunca cambiará...   

_________.-

El brazo derecho, el brazo izquierdo y el corazón.

A diferencia de mí, las otras partes del Rey de las Almas se habían unido a Ywach, pero sus poderes no eran tan peligrosos como los míos. Ya sabía dónde estaba el brazo derecho, la personificación yacía en el Capitán Ukitake, estaba bien dentro de él mientras tanto, yo tenía que recuperar el brazo izquierdo y el corazón antes de que Ywach decidiera absorberlos.

Él iba a matar a todos sus subordinados, yo ya lo había visto. Si supieran eso no lo seguirían como ahora, pero no tenía tiempo de convencer a los Quincy de que iban a ser traicionados por su líder, además de una forma u otra, lo supieran o no, el Rey Sellado recuperaría el poder que dividió y que cada uno de ellos le devolverá acrecentado. No era muy diferente de lo que el Rey de Las Almas estaba haciendo conmigo, ahora que lo pensaba bien.

No podía ver, era incómodo, pero podía usar el Ojo para mirar, aunque no era lo mismo.

Quizá si había sido una tontería venir sola, estaba ciega, pero odié la idea de depender de uno de los soldados del Rey desde el momento en que me lo planteé. Sé que ellos cumplían con su deber, pero eso no me impedía sentir odio hacia ellos que querían pasar encima de todo para cumplir su voluntad.

Esa cosa era lo único que mantenía en equilibrio la existencia misma de todo, yo debía hacer lo que mi pidió y detener esto. Aún había cosas que no me quedaban claras, pero en fin.

No me acostumbraba a ver con el Ojo, así que andaba a tientas, ni siquiera sabía en qué parte de la Sociedad de Almas estaba, además ya que usaba el Ojo, también veía la dimensión de los Quincy, ellos seguían allí, mientras se quedaran de ese lado no podría sentir donde estaban las partes que buscaba, sabía que eran dos de ellos quienes las portaban. La percepción de mi Ojo no era suficiente como para buscarlos de ese lado, además algo había pasado que me impedía pasar a esa dimensión, como si de repente todo estuviera deformándose.

Caminé hacia adelante, tendría que esperar a que se reanudara la batalla y esperar a que no me maten en el fuego cruzado, aunque no podían; si moría mis poderes me harían resurgir como la última vez, pero podía ser que fuera demasiado tarde cuando resucitara.

Empecé a andar lento, mientras me acostumbraba a ver con el Ojo, tratando de diferenciar futuro, presente, el espacio donde estaba parada y el espacio donde estaban los Quincy, hasta que pude empezar a enfocar una cosa a la vez. Extendí mis manos en un acto reflejo, pero chocaron contra algo, acto seguido unas manos apresaron mis muñecas.

"Te ves patética."


AIZEN.-

Al momento que oyó mi voz, quiso saltar hacia atrás, pero no la dejé.

Miré sus ojos, ella no podía verme, el negro de su iris se había tornado de un color blanquecino por la pérdida de visión, no sabía lo que le pasó, pero ya me hacía una idea. Fue hasta el Palacio del Rey Espíritu y volvió ciega. Estaba claro que tampoco sabía usar el poder de su percepción para mirar, porque de lo contrario se habría dado cuenta de que todo este tiempo estuvo caminando directo hacia mí.

A penas se lo creía, empezó a tartamudear.

"¿Estás afuera?" me preguntó "¿Cómo...?"

HEARTH OF DESTRUCTION (Aizen-- Byakuya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora