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No me di cuenta de cuando me dormí, desperté cuando sentí movimiento detrás de mí, seguro era Byakuya-sama despertando y levantándose de la cama, decidí no moverme para que pensara que seguía durmiendo. Escuché pasos afuera y luego la voz de Rukia, eso me alarmó, si entraba aquí nos vería y yo no sabría cómo explicarlo, pero recordé que ella siempre tocaba la puerta, aunque no siempre esperaba que le dijera que podía pasar. Me pregunté qué hora era, mientras sentía todo mi cuerpo bastante pesado, ciertamente quería dormir un poco más.
Sentí la mano de Byakuya-sama sobre mi hombro "_________..." me llamó con suavidad. "Tenemos que ir con el Capitán Comandante."
De nuevo con eso. No podían dejarme tranquila una vez, ya había perdido la cuenta de cuantas veces me había interrogado el Capitán Comandante. Me incorporé a regañadientes, cubriéndome con la sábana "Ya... ya voy." me restregué los ojos, bostezando sin querer. Solo pensaba en ir, regresar y dormir. Para empeorar las cosas estaba haciendo frio.
Miré a Byakuya-sama, él ya se había vestido, un ropa estaba bastante arrugada, su haori de Capitán también, pero ese no se lo había colocado. Mi ropa estaba en el piso también bastante arrugada, recordé todo lo que pasó anoche y no me hizo sentirme mejor, no sabía que sentir en realidad. Ya no sabía si el dejar que eso pasara había sido correcto o incorrecto, o si daba igual.
Lo que está hecho no se puede deshacer.
Eso diría Aizen.
"Rukia ya llegó me parece ¿qué hora es?"
"Bastante tarde."
Alargué la mano y agarré el salto de cama que Rukia me había dado, me lo puse sin dejar de cubrirme y recién me levanté. Mis ánimos se habían esfumado para algún lado, así como mis ganas de responder las preguntas del Capitán Comandante.
"¿Te sientes bien?"
"Sí, solo quiero terminar con esto lo antes posible y regresar a descansar."
Después de todo el trajín de ayer tampoco estaba de humor, habíamos vuelto a la Mansión Kuchiki en plena madrugada y no dormimos mucho que se diga, especialmente yo después de lo que pasó, pero al menos podría volver a dormir un poco más, Byakuya-sama tenía que ir al Sexto Escuadrón y trabajar hasta el anochecer.
"Déjame tu haori, pediré que lo planchen." le dije, señalando una silla donde podía colgarlo. A él le tomaría más tiempo cambiarse de uniforme que a mí que planeaba ponerme lo primero que encontrara.
"Gracias." me dijo "Te dejo para que te cambies."
"Estaré lista en un minuto." le aseguré, sin mirarlo a la cara.
Por fin salió y me cambie rápidamente, limitándome a recoger mi cabello en una coleta. Aún tenía mucho sueño y me sentía extraña, tomé al haori de Byakuya-sama y salí al pasillo, le di el haori a una de las criadas diciéndole que fuera rápida en devolverlo a Byakuya-sama porque teníamos que salir. Cuando doblaba el pasillo choqué con Rukia.
"¡Nee-chan! ¿Qué pasó?" me preguntó "Volví en la madrugada y esta mañana Arata me dijo que hubo un gran inconveniente ayer."
La palabra "inconveniente" lo minimizaba bastante.
"Sí, es una historia larga ¿vamos al comedor?"
Una vez ahí le conté todo lo que había pasado, a modo de practicar cuando me lo preguntara el Capitán Comandante, especialmente la parte donde asesiné a Taka Asuma, se supone que en esa parte tenía que decir una mentira, una que practiqué con Rukia a ver si me creía, aunque sabía que lo haría porque ella no desconfiaba de mí.
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HEARTH OF DESTRUCTION (Aizen-- Byakuya)
Fiksi PenggemarHace más de 50 años me casé con Byakuya Kuchiki para proteger la Hogyoku de Aizen. Pero el no me amaba, nunca lo hizo, hasta ahora. Pero yo le sirvo, no me importa, ya que le mentí, solo quiero ser buena para él, aunque el no me quiera, yo estaré co...