HEARTH OF DESTRUCTION (Aizen-- Byakuya)

ESPEJISMO

_________.-

Byakuya-sama me ayudó a ponerme de pie, me preguntó varias veces si estaba bien, pero yo no podía articular una sola palabra.

Yo oí su voz, era la voz de Aizen como si me hablara al oído, pero él no estaba aquí y su presencia desapareció tan rápido como había aparecido.

Primero esas figuras de blanco, ahora la voz de Aizen, podía estar segura de que estaba perdiendo completamente la razón.

"Estoy bien, Byakuya-sama" dije para tranquilizarlo. Ya no quería permanecer más tiempo delante de esas personas "¿Podemos irnos ya?"

Dijo el teniente Sasakibe miró a uno de los shinigamis de la División de Kido como preguntándole algo con sus ojos, este asintió confirmando algo, seguramente que la Hogyoku ya estaba en mi cuerpo.

"Creo que es todo." Dijo el teniente Sasakibe.

Yo empecé a andar al tiempo que acabó de hablar, salí de allí casi corriendo, dirigiéndome a la salida sin escuchar cuando me llamaron, creo que fue el teniente Sasakibe o uno de los shinigamis de la División de Kido. Me paré en el pasillo un momento, apoyándome a la pared, cuestionando mi propia cordura, me agarre la cabeza con las dos manos, algo no estaba funcionando bien en mí, me desesperaba no saber cómo lidiar con ello, con las figuras y ahora la voz de Aizen. No sabía qué hacer, no sabía a quién debía decírselo ¿tal vez a la Capitana Unohana como sugirió Hirako? Quizá me lesioné la cabeza y nadie se dio cuenta.

Deseé poder usar mis Caminos Instantáneos, de esa manera ya estaría en mi habitación a solas, necesitaba soledad para pensar en lo que me estaba pasando, reflexionar sobre ello por si se me ocurría algo, alguna explicación lógica, que no había.

"_________ ¿estás bien?" Byakuya-sama acababa de salir también.

Estaba tan confundida, no quería tenerlo cerca de mí, me causaba mucha incomodidad después de lo que acababa de pasar, o acaso también aluciné que me besó y todas esas personas lo vieron. No, en serio lo había hecho y no podía preguntarle por qué, no sabía cómo, ni tampoco quería saberlo de cierta forma, quizá se dejó llevar, yo que sé, no quería pensar que fue por otra cosa porque eso tornaría todo más complicado y ya era todo complicado de por sí.

Ya que ya no estábamos casados yo no tenía por qué quedarme con él, sin embargo acabé confesandole lo que sentía... o lo que había sentido antes, un sentimiento que ahora era por demás confuso.

"Solo estoy cansada." respondí brevemente.

"Entonces vámonos." alargó la mano para agarrarme y llevarme con el shunpo, pero yo retrocedí sin querer, mi cuerpo se movió automáticamente.

"Yo..." tartamudeé "¿Te dijeron algo más?"

"Que no puedes irte del Seretei."

Ahora eso. Antes querían echarme y ahora no me dejaban irme. No es que planeara irme al Rukongai, pero al Mundo de los Vivos... tal vez. Me pregunté si harían que Mayuri bloqueara mis portales para que no pudiera salir, aunque que yo haya entendido su invento funcionaba para que no pudiera entrar.

"_________" Byakuya-sama interrumpió mis pensamientos "Vayámonos."

"Sí, es-ta bien." me quedé tiesa como un palo cuando Byakuya-sama se paró detrás de mí y me agarró por ambos brazos, cerré los ojos porque el mareo no era tan fuerte si iba en el shunpo sin ver a mi alrededor, el shunpo de Byakuya-sama era especialmente veloz, lo que me hacía muy difícil no marearme.

A pesar de que cerré los ojos igual me mareé como si hubiera estado atada a una rueda giratoria, todo daba vueltas, me senté en lo primero que vi, apretando los parpados, tratando de vencer al mareo. Definitivamente cuando pudiera usar mis poderes de nuevo no quería ir con el shunpo a ningún lado.