😈Gemelas pero distintas😇| Pausada

Capítulo 5

KYKIO:

-Tengo miedo Kykio.- musitó Kagome, acurrucada en su futon con algunos vendajes es su brazo derecho.

-Está bien yo te protegeré Kagome, no tengas miedo.- me acerqué a ella.

-¿En serio?.- me miró y me senté junto a ella.

-Sí, siempre. - la abracé.

Ella se apartó sonriendo.

-Lo prometes.

-Claro tonta eres mi hermana pequeña debo hacerlo.- le dije.

Pienso cumplir la promesa Kagome... Espera me, voy a ayudarte.

-Señorita por haya es.- apuntó Souta.

-Gracias Souta, ve con los demás. - corrí hacía donde Kagome.

Cuando llegué a escena lancé una flecha rápida hacía la persona que amenazaba con herir a Kagome, pero el fue mas rápido y sólo conseguí hacerle un pequeño rasguño en su mejilla, en cambió Kagome tenía ya el primer rasguño en un brazo.

-¿Quién eres?.- le apunté con el arco.

-Ahora hay dos... - murmuró para si mismo y miró a Kagome, y sonrió. - Vaya no puedes defenderte por ti misma, que vergüenza.

Esa vestimenta... Puede que sea él, tienen parecidos.

Un hiló de sangré rodó por su mejilla y él la limpió con el dedo, y lo lamió con lengua. sentí repulsión al igual que Kagome, que hizo un gestó de desagrado a jugar por su cara.

-¿quién te dio esa ropa?.- cuestioné.

-Eso no les debe de importar porque van a morir en esté mismo momento.

Es un arrogante.

-¡Garras de aceró!.-se giró a atacar a mi gemela y ella saltó al suelo a su derecha, esquivando el ataqué.

Solté una flecha rápida y el la esquivó.

-¡Inuyasha suficiente deja las en en paz!.- grito Shippou.

-No molestes enano.- el saltó a un árbol.

Saqué un collar de mí traje y empecé a musitar un conjuró que me enseño la abuela y después de acabar los fragmentos del collar volaron por los aires y se colocaron alrededor de su cuello, armándose nuevamente.

KAGOME:

Lo a echó, Kykio lo hizo.

-¿Qué es esto?.- Inuyasha intentó arrancarse el collar del cuello, y el objetó empezó a brillar.

-Es inútil, no podrás quitarte el collar con tus poderes.- le dijo Kykio. - Sólo Kagome y yo podemos hacerlo.

Una carcajada escapó de mis labios y el me miró enfurecido.

-De qué te ríes sucia humana. Ya verás, me quitaré esté collar y las mataré a ambas.

Lo miré con malicia mientras me sujetaba mi brazo herido con el otro.