26. Insistencia

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SESSHOMARU

Hay una mezcla de desconfianza y confusión en esos ojos, que tratan de aparentar seriedad y seguridad, pero es imposible. Yo puedo oler su miedo a kilómetros. La conocí muy poco los días que la retuve aquí y puedo garantizar se que ella no me miraría así. Ella puede muy terca y resentida. Así que en lugar de esta criatura que tengo adelante, tan parecida a ella, sé que estaría enojada.

«Tus suposiciones son muy ciertas, pero eres muy blandengue, Sesshomaru», tan pronto Yako dice eso mi cuerpo se tenga, mis hombros tiemblan y no soy yo quien tiene el control.

Sonrío cuando levanto la mirada, una vez más hacia ella y siento la rabia que destila Yako por tal engaño. Piensa que es un demonio burlándose de él. Cree que es una burla, y una parte de mi no duda en estar más de acuerdo con él, salvo en sus verdaderas intenciones.

Tan pronto Abi divina cuáles serán mis próximos movimientos, se atraviesa en mi camino y es a ella a quien agarro un puñado de cabello. Suelta un alarido de dolor cuando hago presión y sonrío de la manera más sádica que le es posible a mi bestia interior.

-No es un monstruo, amo... -aprieta los dientes cuando jalo con más brío de su cabello oscuro entre mis dedos-. Ella es un humana. Es una miko. Ella si lo es.

Suelto con brusquedad su mata de cabello y la lanzo contra el suelo y luego miro hacia la criatura que tiene su apariencia. Me mira horrorizada, la máscara que tenía ha caído y ahora no puede evitar mostrarme su verdaderas emociones. Tiene tanto miedo que se mantiene pegada contra el cabecero de mi cama aterrorizada.

«Así es, cariño. Debes mirarme así. Siempre. todos deben hacerlo», piensa Yako complacido.

Avanzo un paso más hacia ella y Abi vuelve a interponerse en mi camino con valentía y temerosa.

-Dece cuenta amo, puede cometer un error del que podría arrepentirse.

¿Un error?

Está vez soy yo quien reacciona, agachando la cabeza. Levanto la mirada hacia Abi que parece más aliviada al percatarse que soy yo que está al mando. Nunca se ha metido en mis cosas, no interfiere en mi vida. Siempre a respetado mis decisiones sin hacer ninguna objeción, pero es extraño que haya defendido a esta criatura con insistencia. Siembra en mi el beneficio de la duda. Desplazo mi mirada hacia la temerosa mujer que está en mi cama.

-¿Quién eres? -mi voz suena ronca debido a la ira que trato de controlar, con los dientes apretados.

No responde.

Sus ojos no se despegan de los míos. Parece estar en un estado de shock. Demonios.

Salgo de mis aposentos azotando la puerta en el proceso y mis pies me llevan hasta el gran portón. Necesito calmarme. Estar lejos de aquí y pensar con la cabeza fría.

😈Gemelas pero distintas😇| PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora