Quiero aclarar que he actualizado porque escuché en un programa "IF YOU de AILEE", esta canción podría decir que pertenece a la banda sonora de el proceso de creación del fic e.e, por lo tanto me alegró el día.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Miss Vergüenza"
Desperté por el ruido fastidioso en la sala y la risa de Yixing estruendosa, me removí entre mis sábanas gruñendo por las molestias y miré hacia el pequeño reloj rosado que reposaba en la mesita al lado de mi cama.
Eran solo las 8:15 de la mañana, pero hacían bulla como si vivieran solos, estaba enojada por la risa de Yixing.
¡Lo que me faltaba!
Abby ahora reía como una desquiciada.
Tiré una almohada con todas las fuerzas del mundo a la puerta haciendo que sonara fuerte, al siguiente minuto oí que la tocaron y luego la voz de Abby.
- Sal, el desayuno está servido –gritó del otro lado.
¿De cuándo aquí me daban la voz?
Me levanté a regañadientes y salí enojada para pedirles que me dejaran dormir, necesitaba silencio y algo de paz. Abrí la puerta pateando mi almohada hacia afuera provocando que Yixing y Abby miraran hacia mi dirección sorprendidos por mi reacción.
- Par de bulleros –grité mientras me removía el cabello y me acercaba a ambos.
Yixing sonrió y me miró.
- Tenemos visitas –señaló hacia la sala.
Solo giré con el corazón hecho un ovillo y mis ojos se posaron en Oh Sehun que miraba el periódico.
- Hola –movió la mano y me miró.
Por favor que alguien me de la banda y la corona de Miss Vergüenza, estaba despeinada y con la pijama de ovejitas que tenía desde los 18 porque había tenido siempre el mismo cuerpo.
- Hola –contesté y cogí la almohada del piso para irme corriendo hacia mi cuarto.
Me encerré y los nervios volvieron a mí, no podía huir de ellos por mucho tiempo.
¿Qué hacía en mi casa?
Corrí a la ducha muy rápido y me quité la ropa para bañarme, mientras me quitaba la ropa recordé mi maletín deportivo.
¡Lo había traído!
Me bañé rápido para salir y mandarlo a su casa de regreso, su sola presencia ponía mis pelos de punta y mi radar no dejaba de sonar.
Salí con el cabello húmedo y removiéndolo cuando los encontré sentados en el piso mirando televisión.
- Cariño –gritó Abby- hay zumo de naranja y sándwich de pan integral.
