White Christmas ➵ Nick Jonas/Joe Jonas

I - Reencuentro

Navidad de 2018

Estábamos en vísperas de navidad, mi época favorita, la que hacía que me olvidara de todas las cosas malas que alguna vez me habían atormentado. Londres estaba hermoso, como siempre, decorado para la ocasión de forma elegante y auténtica. Mientras caminaba por Picadilly haciendo las últimas compras me preocupaba de observar cada detalle de esa ciudad maravillosa que había sido mi hogar durante los últimos cinco años. Todo me gustaba, la gente amable, las culturas que la habitaban, lo pulcra que eran las calles, las costumbres mantenidas durante siglos, la gran realeza, la cantidad enorme de lugares para visitar, los museos, los palacios, todo, siempre quise buscarle un defecto a Londres y nunca lo encontré. Había caminado mucho comprando diferentes cosas, así que decidí ir a mi última parada, Harrods, ya que se estaba haciendo tarde. Tomé el metro desde la estación Picadilly Circus hasta Knightsbridge, no me demoré mucho ya que sólo había tres estaciones de distancia, y al subir las escaleras para salir pude ver el enorme y lujoso almacén completamente iluminado con la típica temática navideña. Harrods era la gran tienda donde iba la gente más poderosa, si te quedabas un rato en la entrada ibas a notar cómo consecutivamente llegaban limusinas o taxis con mujeres vestidas muy elegante y hombres con el característico traje de "gentleman", lo que incluía el sombrero de copa con el bastón, algo que adoraba. No criticaba los altos precios de los productos, eran exclusividades de alta calidad, sin embargo, el lugar de los suvenires era accesible para todo público y la gente por lo general amaba cada una de las cosas que vendían, así que era fácil buscar regalos allí asegurándote que la persona quedaría muy satisfecha. Antes de dirigirme al subsuelo donde se encontraba esa sección, fui a la textil femenina para comprar la tenida que usaría el día siguiente, era Noche Buena, no sería una gran celebración, pero era el único día en el año que me tomaba realmente en serio, me decidí por unas leggins de ecocuero negras, una blusa de gasa color crema que debajo traía una pequeña camiseta de algodón del mismo color, unos botines de gamuza color gris acero y un chaleco de hilo gris que llegaba hasta la mitad de mi muslo, además de unos cuantos accesorios, salí con las bolsas y bajé hasta el subsuelo a comprar algunos pequeños regalos y ver también un par de adornos característicos para la cena, había muchísima gente, pero no me molestaba, me encantaba sentir esa compañía aunque fuera ajena.

— Lo siento —dije rápidamente cuando golpeé a alguien intentando alcanzar esas típicas bolas de cristal que dentro imitan una escena de navidad con nieve.

— No te preocupes —me respondió con voz calma y puso frente a mí el adorno que deseaba.

— Gra... —alcé mi vista para agradecerle y no lo podía creer, no podía ser él—...cias —solté la última sílaba apenas y no fui capaz de tomar lo que me ofrecía.

— No puede ser —exclamó con alegría y confusión a la vez—. Lizzie, eres tú —sonrió y supe que tenía intenciones de abrazarme, pero por mi expresión no lo hizo.

— Elizabeth —le corregí aún shockeada, no me gustaba que me llamaran Lizzie, me traía recuerdos, recuerdos que no quería borrar, pero que sí había logrado superar y encontrármelo no ayudaría.

— Vamos —pronunció con duda dejando el adorno a un lado e igualmente me abrazó con fraternidad. Podría haber salido corriendo, de todas formas era lo que había estado haciendo todos esos años, arrancando de su familia, arrancando de los Estados Unidos, pero no lo hice, una parte de mí estaba esperando que me encontrara—. No te preguntaré nada, tranquila, estoy muy contento de verte —dijo calmándome y yo aflojé un poco abrazándolo también.

— Nick... —quise comenzar a explicarle cuando nos separamos, pero él negó con la cabeza.

— Tranquila, —repitió con una sonrisa— no es el momento ni el lugar.