{Capitulo 14}

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Después de la entrega de resultados permanecieron unas dos semanas sin asistir a clases. Las mismas eran usadas para aquellas personas que habían obtenido un mínimo de veinticinco.

Danielle había programado una larga lista de actividades que siempre solía hacer cuando las vacaciones se avecinaban. Era una excelente organizadora de fiestas, por lo que todo mundo siempre asistía y la catalogaban como la noche del siglo.

Esta vez había planeado hacer una escapada a la playa y quedarse con sus amigos y Logan en una casa que había rentado. Esta se ubicaba en un barrio bellísimo y lo mejor de todo era que quedaba en la cima de una colina, por lo que la panorámica era fantástica.

Por otra parte, Dean y Alice pasaron un par de días en casa. Necesitaban reunir fuerzas y estar a todas luces cuando el viaje comenzara. Dean dormía todo el día y cuando se despertaba comía como si el mundo se viniera abajo. Su excusa era que había empleado demasiado su cerebro para estudiar nueve materias y ahora necesitaba desconectarlo. Alice hacía prácticamente la misma rutina, pero no empleaba tantas horas de sueño. Se entretenía viendo la televisión o escribiendo en la computadora, además de hablarse con Dean y los hermanos de Logan.

Después de dos días se reunieron para organizar lo que harían en aquellas dos semanas y lo primero que encabezaba su lista era ir de campamento. La familia Collins se había unido al viaje por su espíritu de aventura; definitivamente Dean tenía a quien salir.

A los tres días de su llegada los padres de Logan planearon una salida a su casa en las afueras de Los Ángeles. Desde pequeña Alice adoraba viajar a ese lugar por las innumerables anécdotas que terminaban formándose año tras año.

Lucas había quedado rendido desde la vez que él y Dean subieron a la cima de un cerro en el campamento. Se la pasó durmiendo la mayor parte del viaje, y eso que había tenido tres días para descansar.

Alice al principio se sentía algo deprimida por saber que aquel verano no lo pasaría junto a Logan. Ya no habría más peleas nocturnas, no más comer helado a escondidas mientras miraban la televisión en la madrugada, no más charlas en la cueva próxima a la playa. Pero toda angustia y malestar se vio eliminada de su cerebro en cuanto comenzó a crear nuevas historias junto a Dean; junto a sus amigos.

Fueron las mejores dos semanas en toda la historia de su vida, y lo mejor de todo fue que en ningún momento pensó en Logan.

El día antes de la graduación estuvieron listas las togas y los birretes. Dean insistió para ir temprano y ser uno de los primeros, aunque sus intenciones verdaderas eran: regresar temprano a casa y ver a la chica más ardiente de la clase, la cual sería su cita para el baile. Pero una vez que llegaron se dieron cuenta de que la misma idea que él había tenido la habían adoptado los demás.

El lugar era un completo caos. Algunas personas se quejaban de que su toga era demasiado pequeña o excesivamente grande. Otros habían extraviado su ticket de retiro y batallaban para que los maestros le dieran sus artículos que por derecho les pertenecía. Por otro lado, había persona que con o sin intención, tomaban las togas y birretes de alguien más y el escándalo que luego se generaba cuando el verdadero propietario aparecía no tenía precio.

Tan rápido como Dean y Alice obtuvieron sus artículos sin ningún problema, salieron de la institución con la necesidad de ir a alguna parte. El día presentaba todas las características de que sería fantástico, y no valía la pena quedarse encerrado en casa.

- ¿A dónde te gustaría ir? -preguntó Alice entusiasmada. Dean siempre solía tener buenas ideas.

- No lo sé -respondió encogiéndose de hombros-. ¿Tú qué dices?

MANIPULADO | Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora