MANIPULADO | Libro #1

{Capítulo 28}

Esa misma noche hubo una pequeña tormenta. La lluvia caía sin cesar y por alguna razón a Alice le encantaba ver llover. Abrió la ventana de su habitación dejando que el aire fresco y el olor a tierra mojara inundara la habitación.

Hacía calor por lo que ella estaba con un pijama de dos piezas. Se había recostado sobre las sábanas y veía la lluvia caer.

El silencio del lugar hizo que su cabeza se transportara al momento en que Logan le decía que jamás podría enamorarse de ella cuando en realidad él le había demostrado el amor que le tenía.

Inmediatamente recordó algunas otras cosas que él había dicho que no haría y al final termino haciéndolas. La que recuerda con mejor claridad fue una vez en la que Logan le aseguró que jamás sería capaz de hacerle daño...

—Me pegaste.

—Solo fue en la mano.

—Hoy en la mano, mañana quizás en la cara.

—¿En verdad crees que te golpearía? Alice eres mi mejor amiga, yo jamás te haría daño, ¿Cómo puedes pensar siquiera eso?

Y al final lo que ella predijo se cumplió. Logan la golpeó en el rostro creándole un moretón.

Al final él no cumplió su promesa.

Fue en ese momento en que la puerta se entreabrió lentamente. Pensó que era su madre así que poca importancia le dio, pero ni bien vio la silueta de la persona junto a su cama se sorprendió.

—Hola... —dijo un tanto tímido.

Alice volvió a mirar por la ventana y le contestó al joven sin ánimos.

—Hola...

Dean se sentó a los pies de la cama. Sabía que ella se sentía mal, hasta un torpe lo sabría. Por otra parte, a Alice le encantaba que Dean estuviese con ella. Encontraba alivio y refugio con él.

Palpó la cama un par de veces hasta que el joven comprendió que lo que quería era que se acostase a su lado. Inmediatamente lo hizo y quedó frente a frente con el rostro de Alice.

—Tú madre me contó lo que pasó.

—Intenté ser fuerte... lo intenté —observó a su amigo—. Pero no pude...

—Eso no importa... lo que me importa eres tú ahora.

—Siento... siento que ya no puedo seguir con esto. Quiero que todo acabe de una buena vez, quiero despertarme y darme cuenta de que todo fue un mal sueño y cuando me levante... Logan será el mismo de antes.

Dean sintió un nudo en su garganta. Le dolía escuchar aquello.

— Y pensar que viví un montón de cosas con él y en ningún momento se me pudo ocurrir decirle que lo amaba.

—Él también lo sentía y no te dijo nada.

—Pero sus sentimientos eran diferentes. El intentaba olvidarse de mí y lo hacía.

—Pero siempre volvía a enamorarse de ti... siempre.

—¿Entonces por qué se fue con Danielle?

El joven no supo que contestar.

—¿Lo ves? Logan nunca me amó tanto como yo lo amé. Un amor constante. Él terminó estando con Danielle solo porque con ella se olvidaba de mí y podía seguir funcionando nuestra amistad. Lo único que él no sabía era que todo terminaría así . Y todo fue mi culpa.

—¿De qué hablas?

—Yo soy la única culpable de que todo esto sucediera.

—Aguarda un segundo... ¿Cómo que tú eres la culpable? Eso es imposible.

— No lo es... tú no sabes la verdad.

— ¿Qué verdad?

La joven demoró un rato en contestar pero al final lo hizo.

—Ante de que yo me enamorara de él, entre ambos hicimos un pacto. Si alguno de los conseguía un novio o novia... el otro debería decidir si era bueno o malo. Algo así como una aprobación.

—Yo no sabía nada de eso.

—Lo sé. Tampoco sabías que dependiendo de esa aprobación deberíamos acatarla. Si a mí no me gustaba su novia él la dejaría, si a él le gustaba mi novio me dejaría estar con él —se secó un par de lágrimas—. Éramos pequeños y ninguno de los dos queríamos resultar lastimados. Era un juego bobo pero cuando el momento llegó yo... —hizo una breve pausa—. Cuando Logan me preguntó si Danielle me agradaba yo quería gritarle que no. Que ella no se merecía alguien como él. Pero el brillo en sus ojos y la sonrisa que siempre ponía cada vez que la veía me hacía darme cuenta de que él en verdad la amaba y si decía que no... posiblemente terminaría con ella. Fue por eso que le dije que aceptaba su noviazgo.

Dean no tenía ni idea de que decir. Se había quedado sin palabras. Nunca había sabido algo acerca de eso y el escucharlo por primera vez le hacía sentirse mal.

—Sé que debes de estar pensando que aquel pacto fue cuando éramos niños y si en verdad Logan amaba a Danielle, él no la dejaría. Pero me gusta pensar que él sí lo haría por mi... que al menos una vez pensara que en verdad me importaba y tenía que hacerme caso.

La joven comenzó a llorar e inmediatamente Dean la tomo del rostro e hizo que la mirara.

—Puede que lo que digas sea verdad pero deja de pensar que Logan terminaría con Danielle si tú se lo decías. Te estás lastimando a ti misma. Sabes que eso es poco probable que sucediera, ¿Por qué quieres imaginártelo?

—Porque así todo hubiese sido exactamente igual que antes de que ella llegara.

—Lo sé y créeme que a mí también me hubiese encantado pero tienes que razonar que él hubiese hecho lo imposible para hacer que te cayera bien Danielle. Esa es la realidad. Ni tú, ni yo ni nadie podía hacer algo para detener lo que Danielle hizo.

—Pero...

—¡Pero nada! Alice odio ser así contigo pero lo que pasó, pasó y visto desde aquí no se podía hacer nada.

— ¿Por qué eres así conmigo?

—Porque le hice una promesa a Logan y no la romperé.

—¿Qué promesa?

—Que pasara lo que pasara con él yo nunca te abandonaría. Siempre estaría allí para y ti y te protegería sin importar qué. Y después de tanto tiempo me di cuenta de que nuestra amistad se solidificó mucho más y si algo llegara a pasar— suspiró con pesadez— no sé qué haría.

—Tan solo deja de preocuparte por mí. No soy una niña.

—Tu actitud dice todo lo contrario.

—Solo —resopló, exasperada—. Solo olvídate de esa estúpida promesa y actúa como un amigo común.

—No puedo.

—¿Por qué no?

—Porque no quiero. No soy solo tu amigo, soy más qué eso y tú bien que lo sabes.

Alice agachó la mirada y se tomó la cabeza con ambas manos.

—¡Ya basta! Me confundes.

Dean la miró intrigado.

—¿Qué quieres decir?

—Que cada vez que estoy contigo ya no sé lo que siento.

Dean se quedó atónito sin saber qué hacer. Estaba completamente inmóvil y sentía como su corazón latía a mil por hora.

Entonces Alice comenzó a acercarse a él y por alguna razón, cuando Dean sintió su respiración cálida sobre sus labios, cerró los ojos lentamente...