Las hojas de los árboles se volvieron marrones, amarillas, incluso rojizas. El tiempo cálido del verano se vio interrumpido por la frescura del otoño.
Logan aún no despertaba, sin embargo su cuerpo lentamente iba recuperándose. Ya no necesitaba de un respirador. Sus heridas sanaban favorablemente y los médicos optaron por bajar el nivel de narcóticos y sedantes. Lo mantenían constantemente en observación por si se presentaba alguna complicación, pero estimaban que pronto dejaría cuidados intensivos.
Su familia se mantuvo fiel a su lado. Cada día que pasaba sentían como el peso de la mochila se iba aligerando. Podían respirar con mayor tranquilidad, y aunque todavía no estaba fuera de peligro, las noches se hacían más llevaderas.
Dean iba a visitarlo con regularidad. Incluso algunos compañeros allegados a Logan se acercaban al hospital para ver cómo evolucionaba. Fue allí donde Dean se enteró que a nivel grupal se había decidido posponer el baile de graduación hasta que Logan despertara. Pensaron que sería apropiado puesto que no sería correcto tener una fiesta a sabiendas del mal rato que estaba pasando uno de los suyos.
Tan pronto como lo supo, Dean se contactó con Alice para pasarle las nuevas, nuevas. Intentaba llamarla con frecuencia para contarle sobre Logan. Sabía que eso la hacía feliz y le daba fuerzas para seguir.
Tal y como lo había prometido, Alice no pisó el hospital en los últimos dos meses. Desde el momento que abandonó la habitación de Logan, se propuso hundir a Danielle en la cárcel.
Comenzó a trabajar codo a codo con Samuel. Planeaban estrategias, buscaban elementos que incriminaran a Danielle. Alice aportaba todo lo que sabía con la esperanza de que eso ayudara al caso. Se propuso investigar la vida de Danielle, leyendo toda la información que Samuel le proporcionaba.
No comprendía como hacía para conseguir todas aquellas cosas, y en el fondo creía que era mejor no saberlo. Samuel era una persona muy lista, tanto como la abogada de Danielle. Ambos tenían muchas influencias, pero Samuel tenía una impresionante habilidad para conseguir todo lo que quería. Si algo faltaba, lo conseguía. Si algo estorbaba, lo apartaba.
Con él de su parte no tendrían cómo perder.
Así como Dean le contaba acerca de Logan, Alice le informaba sobre los avances en el caso. No se le estaba permitido decir mucho, pero lo poco que podía comentar lo ponía de buen humor.
En ocasiones le preguntaba sobre hechos claves que Samuel necesitaba saber. Otras veces era él quien lo citaba a Dean para hablar en privado.
El saber que las cosas iban avanzando en la dirección correcta le traía esperanzas. Imaginar a Danielle tras las rejas mejoraba su humor un ciento por ciento. La mantenía distraída de otras insignificancias que antes habrían amargado su día.
Varios de sus conocidos comenzaron con los preparativos de la Universidad. Era como si todos ya tuvieran su vida arreglada, mientras ella permanecía detrás de un escritorio intentando hacer pagar a una criminal.
En más de una ocasión leía el formulario de inscripción. El lápiz danzaba en su mano a la espera de ser usado, pero siempre se arrepentía y escondía la hoja debajo de una pila de papeles.
No tenía la cabeza como para empezar las clases. Existían otras prioridades mucho más importantes que seguir con sus estudios. Y sabía que no era la única, puesto que Dean también se encontraba en la misma encrucijada.
Aplicó para una universidad en Londres, pero su solicitud fue rechazada, lo cual lo dejó devastado. Desde entonces decidió tomarse un año para pensar las cosas con calma. Conseguiría un empleo y ahorraría lo suficiente como para entrar a una buena universidad.
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MANIPULADO | Libro #1
RomanceSe puede manipular a las personas hasta el punto en que estas llegan a cometer actos terroríficos. Copyright © All Rights Reserved. "Los hechos y/o personajes de la siguiente historia son ficticios, cualquier similitud con la realidad es pura co...