{Capítulo 31}

8K 426 11
                                    

Bueno, como les dije les haré maratón! :D [1/3]

Alice sintió como si las lágrimas quisieran escapar de sus ojos. Respiró profundo, cerró los ojos e intentó controlarse. Se prometió a sí misma no llorar por el contenido de la carta. No podía hacerlo bajo ninguna circunstancia.

Pasó unos segundos observando el papel, contemplando la caligrafía, sopesando su decisión de si debía o no seguir leyendo.

El pensar que aquella carta había sido escrita por Logan era irreal. Tantas desgracia, tanto desprecio de su parte... Y ahora desnudaba sus sentimientos en un simple pedazo de papel. Bajo aquellas palabras se escondía su amigo, el chico que le salvó la vida en el puente. El chico que le robó el corazón.

Dicen que cuando le entregas tu corazón a alguien corres el riesgo de que éste sea devuelta en condiciones deplorables; agrietado, destrozado en miles de pedazos. Y aunque lo arregles, aunque pongas todo tu empeño en reconstruirlo, siempre quedará marcado de por vida.

Alice nunca llegó a dárselo, siquiera a confesarle su amor y, sin embargo, el dolor que alberga en su corazón es tan grande que resulta sofocante. No quiere perdonarle, no quiere saber nada de él, pero todo, absolutamente todo, tarde o temprano termina recordándole a él. 

Todo parece conducir a Logan... Y ya estaba cansada.

Dobló la carta siguiendo las líneas ya remarcadas. Tomó el sobre y apenas comenzó a deslizarla dentro se vio obligada a detenerse. Un sentimiento de culpa azotó su corazón, estremeciéndolo y dejándolo más que confundido. 

Miró la carta y con labios fruncidos la sacó del sobre.


"Ya no aguanto más esta pena que llevo dentro. Recordar es el castigo más cruel y despiadado que puede sufrir un ser humano. La memoria es una hija de perra. Cuando menos lo esperas los recuerdos resurgen y duelen como los mil demonios. Crees estar bien, crees haberlo superado, pero cada vez duele más que antes.

Creía conocerme. Creía saber el tipo de persona que era, pero ahora me doy cuenta de lo influenciable que puedo llegar a ser. ¿Cómo pude siquiera actuar de esa forma? 

No tuve siquiera un gramo de conciencia como para darme cuenta de las atrocidades que Danielle me impulsaba a hacer. Estaba alejándome de todos, alejándome de ti... Arrebatándote de mi mente, envenenando el cariño que te tenía...

Yo la amaba, en serio que lo hacía. Supongo que tienen razón cuando dicen que el amor es ciego. Uno es capaz de darlo todo por su pareja, pero hay límites y no todos somos capaces de distinguirlos. Yo soy uno de ellos: un estúpido.

Me alejé de una de las personas que más amaba en el mundo y ni siquiera me di cuenta. 

¡DIOS! Siento tanto coraje. Recuerdo todas las cosas que te dije y no puedo creerlo. ¿Cómo pude hacerlo? ¿Cómo pudiste soportarlo? ¡Soy una mierda de persona!"

Aquel último párrafo lucía descuidado. Habían borrado y reescrito varias veces. La calidad del papel ya no era la misma que en el resto de la hoja, estaba gastado y se notaba cuán fuerte había empleado el lápiz en aquella parte.

"Me enferma saber que Danielle haya hecho todo esto porque sabía que tú me amabas. Eso habla mucho de ella; de cuán insegura es y de lo posesiva que puede llegar a ser. Pero lo que verdaderamente me afecta es que ella pudo darse cuenta de algo que yo no. Te conozco hace años, eramos los mejores amigos. ¿Cómo no me di cuenta de lo que sentías por mí? ¿Cómo pude ignorar las señales que me mandabas? ¿Por qué intentaba huir de tu cariño siendo que tú sentías lo mismo por mí? 

Soy ciego e idiota. No te merezco, ni como amigo ni como novio. Eres más que especial Alice, mereces a alguien que te ame y respete. Sin embargo me cuesta imaginar una vida sin ti. Te quiero y quiero estar a tu lado...

MANIPULADO | Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora