{Capitulo 15}

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La ceremonia de graduación se realizaría en la cancha de football, el lugar más amplio y con mayor capacidad para albergar a varias personas. Las gradas estaban colmadas por padres, tíos, abuelos; una infinita cantidad de familiares que venían a apoyar y a celebrar.

Sobre el césped se extendían los asientos con orientación hacia el escenario, donde los profesores y director se encontraban listos para brindar honores a los graduados.

Debido a que los alumnos habían sido ubicados por orden alfabético según sus apellidos, Alice se encontraba hasta casi el final y apenas podía distinguir la cabellera rubia de Dean. Le hubiese gustado tenerlo a su lado para poder abrazarlo en cuanto obtuviese su diploma. Ahora ambos tendrían que esperar para felicitarse mutuamente. Dean se encontraba más que eufórico; con mucho esfuerzo y trabajo lograba mantenerse quieto en su asiento. Se sentía orgulloso de sí mismo por haber logrado llegar tan lejos. Sus padres ya se habían rendido con él y pensaban que no lograría terminar sus estudios y terminaría trabajando en una tienda de comestibles, pero nada les dio más satisfacción que saber que todo lo que habían pensado quedaría a un lado al saber que su hijo iría a la universidad.

Alice se tomó un segundo para mirar a su alrededor y disfrutar de aquel momento tan especial. Distinguió a sus padres entre la multitud de las gradas; su padre no dejaba de grabar todo con su cámara. Volvió su atención al semi-océano de birretes rojos y encontró a varios de sus compañeros. Sin duda había sido el mejor año en cuánto a anécdotas y momentos divertidos. Evan White sería un personaje que nunca podría olvidar; incluso en una circunstancia tan importante y seria como aquella él siempre lograba sacarle una sonrisa.

Pero en cuanto su mirada se posó en Danielle no pudo evitar recordar que en materia de lealtad había sido el peor año de todos. Sintió como el estómago se le revolvía al verla tan sonriente y espléndida. A donde quiera que fuera siempre desprendía aquel brillo sin igual que opacaba a cualquiera que no estuviese a su altura.

Experimento rabia y odio en menos de un segundo. Era impresionante como una sola persona podía llegar a cambiar su humor de un momento para el otro.

«Ojalá Logan nunca te hubiese conocido. Nos hubieses ahorrado muchísimos problemas».

Se replanteó lo que hubiese sucedido si evitaba que Logan viajara a Boston con sus padres. ¿Habría servido de algo? ¿Los habría separado para siempre?

Sabía que sus padres eran clientes muy importantes para la empresa de Larry, el padre de Logan. Por lo que cabía la posibilidad de que tarde o temprano se hubiesen encontrado.

Pensó en la otra posibilidad de haberle dicho que "no" cuando Logan le preguntó si aceptaba su relación con Danielle. Pero conociéndolo muy bien y considerando cuán enamorado estaba de ella, hubiese hecho hasta lo imposible para hacerla cambiar de opinión.

No se atrevía a ver a Logan por miedo a perder los estribos. Le dolía en el alma recordar todo lo que habían sido y los pedazos que habían quedado, pero la furia que había dentro de ella era muchísimo más grande. Le pareció escuchar como la sangre le burbujeaba del coraje. ¿Cómo había podido ser tan tonto? ¿Cómo se dejó influenciar por alguien como ella? ¿Desde cuándo se dejan de lado las opiniones de los amigos para solo tomar en cuenta las de la novia? Esto es lo que sucede si se hace eso.

— ¿Por qué tan seria, West? ¡Esta es nuestra graduación! Dame una sonrisa —Evan apoyó sus dedos sobre las comisuras de Alice y agrandó exageradamente su sonrisa.

— ¡Basta! —Lo golpeó en las manos para que dejara de molestarla—. ¿Por qué eres tan odioso?

— ¿Lo soy? —dijo haciendo su mejor imitación de El Guasón, con aquella sonrisa siniestra y su lengua traviesa mojando sus labios.

MANIPULADO | Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora