La niebla espesa rozaba cada centímetro de suelo de Stayville. Joan miró por la ventana de su habitación una vez más, segundos después recogió su abrigo, se puso un gorro de lana y cerró la maleta. En el hall de la entrada le esperaba Charlie, toqueteando y observando con detalle cada objeto que se encontraba.
—¿Has visto lo espesa que es la niebla? —preguntó mientras bajaba las escaleras, Charlie se sobresaltó ante la repentina aparición de su amigo, y dejó el trozo de piedra que había estado observando ante la espera de Joan. Se quedó varios segundos observando si lo había dejado como lo había visto, y satisfecho ante su hazaña sonrió.
—Sí, menos mal que tienes un gran chófer como George Peterson. —afirmó Charlie, y Joan negó con la cabeza.
—Según Juliette Mason, dice que no sabe cómo es posible que todavía siga vivo. Al parecer cuando Juliette era joven, George debía conducir terriblemente mal. —Joan hablaba rápido mientras caminaba por varias habitaciones del piso de abajo, observando si se había dejado algo—. De todas formas, esa niebla es tan espesa que parece un puré de patatas.
—Me alegra saber que aunque seas ahora líder de los plateados, todavía no has perdido el sentido del humor. —sonrió Charlie y miró divertido como Joan no dejaba de caminar de un lado a otro nervioso. Joan mostró una sonrisa de lado ante el comentario de su amigo pero no se detuvo—. Por cierto, Joan... ¿Qué ha pasado con Marie Moon? Lleváis un buen tiempo sin veros...
—Somos buenos amigos, nada más. Sólo es que ella...
—¿Ella qué?
—Es demasiado buena para mí.
—Oh, venga, ese comentario yo no lo trago. ¿Qué te ha hecho?
—¿Qué te hace pensar que me ha hecho algo? —preguntó Joan confuso.
—Lleváis sin veros más o menos desde que tu hermana desapareció... Hoy es el baile de invierno... ¿No vas a ir al baile con ella?
—Se lo ha pedido Paul Mason...
Charlie tragó saliva, era su oportunidad, no podía desperdiciarla.
—¿No tienes pareja para el baile? —preguntó.
—...cuando se lo pidió él antes que yo, estaría convencido de que ella le diría que no. Pero parece ser que prefiere a un dorado antes que a mí.
—¿Me estás escuchando?
—Y ahora seguro que se estará arrepintiendo porque soy el líder de los plateados. Já.
—Ya veo que no.
—Perdona... ¿Has dicho algo?
—Ya que ninguno de los dos tenemos pareja, podríamos ir juntos. —Charlie intentó sonar tranquilo, pero dentro de él su corazón latía aceleradamente.
—¡Claro! ¿Cómo no se me había ocurrido antes? Seremos los únicos chicos libres del baile, así cuando tengamos que hacer de hombro sobre el que llorar, cualquier chica vendrá a nosotros. —dijo Joan animadamente, Charlie le miró estupefacto y no pudo reprimir ningún comentario.
—¿Y tú eres el nuevo líder de los plateados? —Charlie hizo una mueca y chasqueó la lengua. Joan le sacó la lengua y agarrando un cojín del sillón más próximo se lo lanzó con fuerza. Charlie lo esquivo fácilmente y sonrió.
—Ahora que eres líder podrás ser mucho más fuerte y veloz, pero te falta tanto táctica como práctica.
—¿Me enseñarás?
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Nubes de Tinta
Science FictionLos nargges plateados y los nargges dorados se han odiado desde hacía siglos atrás. Cuando la abuela de Claire Harrington muere, esta descubre un secreto que no sólo ocultaba su familia, si no todo un pueblo entero. Para proteger ese secreto, Claire...