Capítulo 28 -Decisiones-

1K 110 15
                                    

Nicole Brown caminaba a gran velocidad seguida de su marido, Tom Brown, por los pasillos de la Academia Plateada. Nerviosa, y después de respirar hondo, golpeó con los nudillos la puerta de la sala de reuniones. Un guardia desde el interior les abrió la puerta y les dejó pasar. 

Joan Harrington hablaba seriamente con Nick, Edmund, Leisy y Charlie, trazando un plan para encontrar a Claire Harrington. Charlie, al ver a sus dos padres ahí, se puso de pie.

—¿Ha pasado algo? —preguntó alarmado, y al ver que no le respondían de inmediato volvió a preguntarles—. ¿Papá? ¿Mamá?

Tom Brown agarró el tozo de papel que sostenía su mujer y se lo entregó a Joan. Nicole estaba totalmente paralizada.

—Alguien se ha llevado a Alice. Han dejado esa nota. —explicó Tom Brown abrazando a su esposa y consolándola. Charlie se sentó al ver como las piernas le flaqueaban.

—Alice sólo tiene once años... —sollozó Nicole Brown. Joan Harrington tragó saliva sin saber qué hacer. Abrió la nota y la leyó:

"Su cuerpo permanecerá junto al cadáver de Claire Harrington por siempre. Liberad a Frank Milton, o seguirá desapareciendo gente".  

—Claire no está muerta. —se limitó a decir Joan, tragando saliva—. No lo está, la he visto en el futuro, viva. Quién quiera que se haya llevado a Alice, quiere hacernos daño y destruirnos poco a poco.

—¿Está claro, no? Ha sido mi hermana, Charlotte Hunter. —afirmó Leisy Hunter, y apretó los dientes. Edmund Rhodes asintió ante la afirmación de Leisy.

Joan, se pasó una mano por el pelo, nervioso. Miró a Nick y respiró hondo.

—Ha llegado la hora. Tenemos que encontrarlas, no podemos esperar ni un segundo más. —suspiró Joan mirando varios papeles donde se reflejaban distintos lugares donde Charlotte Hunter podría estar reteniendo a Claire—. Leisy, tú irás con Edmund... Esta noche es el baile de invierno, mi yo del pasado aparecerá, necesito que le escondáis y le protejáis. No quiero que haya malentendidos y Charlotte Hunter lo encuentre.

—Necesitaréis mi ayuda. —dijo una voz detrás de Joan. Héctor Harrington pasó un brazo por encima de los hombros de su hijo. Joan sonrió al ver de nuevo a su padre.

—Vale, pues tú irás con Nick. Vuestros dones juntos serán de gran ayuda para rastrear. Esta noche, allá dónde estén Claire y Alice no estará ella. Charlie, tú vendrás conmigo, necesito que me protejas. Charlotte Hunter me estará buscando ahora que está sola, necesitará que liberemos al abuelo, vendrá a por mí. Debe estar planeando algo, y creo que hará lo imposible para conseguirlo.

****

Leisy se pasó la brocha del colorete con cierta suavidad, aplicando un tono rosado en sus mejillas. Sonrió al ver su reflejo en el espejo, se sentía radiante. No podía dejar en pensar en si Nick todavía la quería, si sus sentimientos hacia ella no habían cambiado. No conseguía conocer la respuesta, pues en las últimas semanas Nick había cambiado, había adoptado una nueva versión de él mismo que a Leisy no le gustaba nada. Era como si él, hubiese dejado de ser él mismo. Con el paso de los días las abundantes palabras que solían intercambiar, habían pasado a convertirse en breves respuestas y escasas palabras, muchas de ellas llenas de frialdad, sin vida. Leisy notaba como si todo a su alrededor se hubiese vuelto frío, oscuro, sin vida. Sentía que tenía el corazón resquebrajado. No podía dejar de culparse por lo que ocurrió cuando Charlotte se apoderó de su mente, controlando cada movimiento y palabra que decía o hacía. Nick se había sentido muy vulnerable entonces, pero realmente era culpa de Charlotte Hunter y no suya el haberse besado con Charlie Brown. Cada avance era una nueva caída, y Leisy estaba harta de tener que enfrentarse al "nuevo" Nick Rhodes.

Nubes de TintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora