(Narrador omnisciente).
Después de que se había terminado la coronación y todos los invitados se fueron, Loto en la habitación de la luz estaba tirada en el piso sollozando por lo que ella pensaba que había hecho y alguien se posa en el piso y mientras ella siente una mano que la está acariciando la espalda solo puede dar un vistazo de reojo porque no querría dejar la vista del suelo, y sacándola de sus pensamientos una ronca voz le susurra por el odio.
— ¿por qué estas así? —dijo Leo preocupado.
—Porque tuve que ser tan tonta y caer en sus encantos —dice Loto reprimiéndose a sí misma.
—Pero amor... perdón, Loto —se había contradicho —. Lo que paso no es tu culpa.
—Claro que si —dijo Loto sollozando en el piso —. Si no hubiera dejado que él se enamorara de mi esto no habri... —decía Loto porque Leo no se le permitió.
—Como que si enamorara de ti —dijo leo sospechando de algo —. Loto que me estas ocultando — su cara era seria.
—Metí la pata... verdad – este asintió —. Tengo que contarte... cierto —este volvió a asentir.
—Lo que paso fue - dijo Loto llorando y recostada en el pecho definido que tenía Leo y esta se estremeció a causa del contacto —. Nauru, fue a mi castillo y me tomo por la fuerza, yo me negué pero este no quiso un no como respuesta —Leo la sostuvo la barbilla y le levanto el rostro para que lo mirase a los ojos —. En el tiempo que dure escondiéndolo, de esa violación salió una niña.
—Te embarazo y no quieres hacerle nada —dijo el casi furioso —. Ese perro ya vera lo que le voy a hacer —dijo Leo enojado.
—Por favor no hagas nada.
—Como que no haga nada después de lo que te hizo.
—Por favor no lo hagas —dijo Loto suplicándole a Leo.
—no puedes quedarte así tengo que vengarte por mi honor —dijo Leo casi saliendo de la habitación en la que se encontraban pero no pudo porque una voz dulce y sollozante se lo impido
— ¡No lo hagas! —gritó Loto desde donde se encontraba —. No quiero perderte —dijo entre llanto —. No lo soportaría, te necesito a mi lado.
Leo solo se da la vuelta para verla y se acercó a ella poco y poniéndose de rodillas al frente de ella solo pudo decir...
—lo que digas , eso are , mi reina —dijo Leo, que ya se le había escapado una lagrima del ojo y mientras se arrodillaba delante de Loto para limpiarle las lágrimas y luego demostrarle su amor con un beso que ella le correspondió.
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Aquí está el capitulo.
Espero que les guste y no olviden dejar su estrellita y sus comentarios.
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Encontrando los 4 sellos
Fantasycuatro piedras marcan distintos caminos , una guerra que marca la vida de un joven y un amor del pasado hizo que un corazón se endureciera.