Capítulo 35 ¤¿Se podría recuperar el tiempo perdido?¤

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-¡Usted! --gritó el padre de Chan Hee-- ¡Se va a podrir en la cárcel por lo que le ha hecho a mi hijo!

-Señor, por favor. No puede hacer esto aquí. Está en emergencias --habló una enfermera tratándolo de calmar-- 

-Yo no le hice nada. Fue su hijo el que se metió en la vía --se defendió el conductor del trailer,  mientras era atendido debido a los pequeños rasguños que sufrió--

-¡Miente!

-¿Cree que si fuese culpable estaría aquí? Por supuesto que no, ya habría corrido a esconderme a cualquier lugar. Deje que la policía investigue sobre el accidente. Verá que digo la verdad.

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-¡Min Soo! --Sunnie corrió hasta él cuando lo vió ingresar por la puerta--

-¿Qué haces despierta tan temprano? Son las 5 am. 

-Chan Hee...¿qué le pasó? Di...dime que no está muerto --habló casi temblando y su hermano frunció el ceño--

-¿Cómo sabes lo de Chan Hee?

-Yo...ah...¡llamé a tu amigo Niel! Sí...--explicó nerviosa-- estaba preocupada porque no venías y él me contó todo.

-Ah...

-¿Entonces? ¿Qué le pasó? --volvió a preguntar ansiosa--

-Él...está en coma.

-¿Q...qué? --titubeó casi pálida--

-Esto parece una pesadilla --se dejó caer en el mueble y tomó su cabeza entre sus manos--  Chan Hee está en cuidados intensivos ya que su salud aún es muy delicada, y Tn me odia --se echó para atrás, dejando escapar un largo suspiro--

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Había pasado casi una semana desde que Chan Hee estaba postrado en una cama.

Y esta era otra de las muchas noches, en las que el padre de Chan Hee no podía conciliar el sueño. Era muy doloroso para él tener que ver a su hijo en esas condiciones.

Decidió ir por un vaso de agua a la cocina. Cuando estuvo por volver a su habitación, se detuvo en medio camino y cambió de dirección.

Abrió lentamente la puerta del cuarto de Chan Hee, con la tonta esperanza de encontrarlo ahí. Su corazón de padre a veces le jugaba en contra.

En su lugar, se dio con la sorpresa de encontrar a alguien más.

-¿Ha...Haneul? ¿Qué?...

La pequeña se despertó, y se sentó en la cama mientras frotaba sus ojos aún adormilada.

Después lo observó con sus tiernos y enormes ojos.

-¿Viniste porque también extrañas a Chan Hee? --aquella pregunta hizo que se le formara un nudo en la garganta, y al no poder responder con palabras sólo asintió--

Caminó hasta ella y se sentó en el borde de la cama.

-No te preocupes --continuó Haneul-- mi hermano volverá pronto. Prometió que comeríamos galletas y tomaríamos el té juntos. Entonces él lo hará. Chan Hee siempre cumple sus promesas --afirmó con una pequeña sonrisa--

Ella no sabía que Chan Hee se encontraba en el hospital. De hecho, no tenía idea de dónde estaba porque nadie se lo había dicho. A su padre le asombró la confianza que tenía en su hermano.

No se dio cuenta de que había empezado a llorar, hasta que su hija secó una de sus lágrimas con su pequeña mano.

-Todo estará bien. No tienes que estar triste...papá.

¿Hace cuánto no había escuchado que lo llamase así?

Y después de esa pregunta vinieron muchas más.

¿Qué había estado haciendo todo este tiempo?

¿Había sido un buen padre para sus hijos?

¿Por qué sentía que no merecía que su hija le dijera "papá"?

Miró a la pequeña y se dio cuenta de lo mucho que había crecido, y de cuanto se parecía a su madre. Los mismos ojos, la misma dulzura en la voz, la manera que tenía para calmar a una persona.

Ahora entendía que ella era un hermoso regalo, que su esposa le dejó para que la recordará. Un regalo que nunca supo valorar.

-Lo siento...realmente lo siento Haneul.

Ella no entendía porqué su padre se disculpaba, pero aceptó gustosa el abrazo que éste le dio.

Y una pregunta más surgió.

¿Se podría recuperar todo el tiempo perdido? 

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NARRA TN

Aunque Chan Hee lucía pálido y hubiesen demasiados tubos y aparatos alrededor suyo, su expresión era tranquila y serena.

Nunca imaginé que algún día podría verlo de esta manera, sin su ruidosa risa retumbando por todo el lugar, ni su espontaneidad única y particular, o sus bromas egocéntricas. Tampoco sin su dulce voz que abrigaba mi corazón, y su tierna mirada que me hacía sentir como si fuese todo para él.

Prometí que no lloraría frente a él, ya que aunque parezca profundamente dormido, sabía que me escuchaba. Sin embargo, lo estaba haciendo de nuevo, como cada vez que venía a verlo.

-Eres un tonto...--le dije mientras limpiaba delicadamente su mano con un paño húmedo-- sólo a ti se te podría ocurrir hacer aquella apuesta infantil. ¿Pensaste que no me iba a enterar? Ahora estás en muchos problemas Lee Chan Hee. Pero...si despiertas pronto...--respiré profundo para desatar el nudo en mi garganta-- prometo que no te llamaré la atención. Haré de cuenta que no hiciste nada. Yo...--las lágrimas empezaron a salir sin que las pudiera controlar y aunque mi voz se quebró continué hablando-- Sólo vuelve a mirarme una vez más, por favor. Necesito que escuches la verdadera respuesta a esa tonta pregunta que me hiciste, ¿recuerdas? --volví a tomar aire para seguir hablando-- Ese día te mentí. Tal vez por, ¿orgullo? No lo sé. Pero no fui sincera. Y tampoco me animé a decírtelo la noche que me fuiste a ver. Chan Hee, antes que cualquier cosa en este mundo, yo siempre...te voy a eligir a ti. Siempre, porque te amo. Siento no haberlo dicho antes. Quizá, no habría pasado todo esto.

-Estoy seguro que él lo sabe. Así que no te culpes por lo que pasó.

-L.Joe...--su repentina aparición me sorprendió, e inmediatamente agaché la cabeza para limpiar mi rostro--

-Lamento interrumpir --se disculpó-- Pero tienes que saber esto.

-¿De que se trata? --pregunté volviendo a mirarlo--

-La policía ha estado investigando, y se comprobó que los frenos de la moto de Chan Hee fueron manipulados.

-¿Manipulados? --mi entrecejo se frunció--

-Al parecer alguien quería, simplemente que Chan Hee no ganara la carrera, o hacerle mucho daño.

-¿Pero quién podría hacer algo como eso?

L.Joe me quedó mirando y después de unos segundos un nombre se me vino a la mente.

-No puede ser --asintió como si pensáramos en la misma persona--

-El culpable es obvio. Así que esta mañana se llevaron bajo arresto a CAP, o Bang Min Soo como tú lo conoces.

Al escuchar aquello, sentí como si me hubiesen tirado un balde de agua fría.

El Min Soo que conocía no era capaz de jugar tan sucio...¿o sí?

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No tuve internet estos días, por eso no he publicado. 

Gracias por leer este fic.

Las amo <3 

Los Sapos se Convierten en Príncipes 《Chunji》[Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora