Cara con olor a pico.

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Esta tontería no funcionará, es que, ¿¡Qué volá po?!... yo no cambiaré el caracho por ponerme ropa nueva.

Osea, la que nace alejadita de la mano de dios, se queda alejaita no más.

-No, no me gusta esa hueá – me saqué el jeans que me pasó la Dani. – me gustan mis vestidos.

Sí, lo dije y qué. Me encantan los vestidos aunque suene weón o mamón.

Me encanta tener calor y que el viento me refresque la flor, y ser libre y... y... correr por el pasto y rodar, rodar, rodar...

Ya, en que volá me fui.

-¡Pero ya po, Jose! – gritó – Tenis que cooperar.

-¿Y tú que están haciendo? ¡Solo me tiras ropa y chateaí! – me tiré a la cama.

-Yo, querida mía, te estoy arreglando la falda del colegio. – terminó de hacerle algo y me mostró mi falda disminuida en dos tallas.

Conchetumare, eso me quedará como calzón po.

-Esto, esto es mucho ¿no creí? - me senté en la orilla de la cama.

-Mira yo no te estoy diciendo que seas una maraca, pero que te mostrís mas po. – se acercó a mi – arreglarte el pelo, no tenerlo todo el dia en esa moña. No ponerte pañuelos para tapar el escote, si tenis pechugas aprovecha po.

-Ya y en los recreos, si tú dices que no pesque al Juan Pablo ¿Con quién me junto? – grité.

En mi colegio la hueá no es como en las novelas que te quedaí sola y te ignoran, no, es que aquí te quedaí sola y te webean.

O se te acerca el weón raro, el que no se afeita, el care' cuaderno... y no, no soy Miss simpatía para estar un recreo completo con algún weón.

Además, aunque no me guste admitirlo, puta que soy fijona. Sí, y no soy piola... es como si le viera alguna hueá rara a una persona y tengo que preguntarle que le pasó o por qué tiene eso ahí.

-Conmigo po, si ya lo hablamos con los chiquillos. – me sonrió. – El más contento es el Tomás.

Me movió las cejas.

Mi hermana juraba que me gustaban sus cagás de amigos, eran simpáticos y todo pero pucha que eran bien alejaditos de la mano de Dios... como yo.

-Oye pero... demás conquisto al Juan Pablo – le miré, sintiéndome con la fé de que se fije en mí, le sonreí pero mi hermana negó.

Si, yo igual tengo esperanzas... como dijo mi ex presi bracitos cortos: "En nueve meses se pueden hacer muchas cosas, incluyendo una guagüita".

Sí el Piñi lo dice, en volá lo hago.

-Te recuerdo, weoncita – me miró con "dulzura" – El plan es que él se fije en ti, no tu más en él.

La pensé bien y si po, ná que ver que yo siga pensando en él como maniática, y el siga pensando en esa coneja culiá.

-¡Niñas, el vecino se va a las 7:30 apúrense! – gritó mi mamá.

Puta ese viejo sale re temprano, es como fanático de llegar temprano y vivimos súper cerca del colegio, osea no tanto así como ¡Que bruto que cerca! No, pero si saliéramos quince para las ocho, llegaríamos bacán, pero no... llegamos a abrir el colegio.

A mí ya me están contratando pa' portera po weón.

-¡Ya prepárate para este día! – me abrazó y salió de mi pieza.

***

Muchos creerán que pasó lo que todos piensan que pasa en estas situaciones, que quedó la escoba en el colegio, el weón más mino del colegio cachó que me arreglé y me encontró rica, o qué cuando llegué todos me miraron y las minas ricas hablaron mal de mí, envidiándome y todas esas hueás. Pero no.

PD: ¿Querís pololear conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora