Competencias de erecciones.

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Si me preguntaran como me siento en estos momentos respondería con un: La raja. Así a lo Zabaleta,  es que esto, es demasiado bacán.

Es como si el destino cachara que me tengo que olvidar del Juan Pablo y enviara a un weón que tiene mis mismos gustos y que es igual a mi mino ideal.

Es muy bacán.

-¡Tenemos que tener algo diferente! – me reí comiendo fideos – No podemos tener tanto en común.

-¡Deja de decir eso! – me hizo cosquillas. – A ver... ¿Tu actor favorito?

-¡Ay no! – me puse roja – tengo que admitir que soy una adicta enamorada de mi primer pololo de película, weón. Mi actor favorito siempre fue y siempre será...

-Déjame adivinar – me interrumpió – Zack Efron.

-¡Me estás webeando! – le pegué y le saltó salsa de mis fideos en la cara. Chucha, me alsé - ¡Perdón!

Se rió quitándose la salsa.

-No pasa nada, ¿Adiviné? – me preguntó y asentí.

-Estoy tan enamorada de ese weón... desde High School Musical. – admití – Si, Troy me tenía crazy. Yo me creía la Gabriela.

-Igual te pareces. – se rió.

-¡Que erís pesado! – volví a salpicarle salsa. Bueno esta vez de mi boca porque tengo el medio hocico y soy muy gritona.

-¡Deberías traspasarme tus babas de otra manera! – me dijo y mi risa acabó. Ah no, es que esas indirectas y directas, mi lento corazón no las puede procesar bien. – No... no quise incomodarte, perdón.

Ya po, ¿en qué topamos? Ah.

-¿Por qué me pides perdón? - me reí haciéndome la bonita.

-Somos pocos, pero existimos los caballeros.

Me quedé como aweoná mirándolo, es que esto era muy cuatico... yo digo, ya sí, no soy tan fea para que nadie me pesque pero que te traten así no es común, por lo menos no es común en los niños de mi colegio.

Estos te webean hasta por parpadear, weón.

-Oye "caballero" y ahora que estamos medio en confianza – me reí – ¿Por qué tenías las manos tan pasadas a... ya sabes... pene?

Se atragantó tirándome la mitad de lo que tenía en la boca a mi cara.

- ¿De verdad quieres saber? – se rió y yo asentí – Competencias de erecciones.

Ah, si igual lo sospechaba.

Es lo típico, po.

Ya hablando en serio, competencias de erecciones po, weón. ¡Es como si nosotras hiciéramos competencias de pezones!

¡Ya chiquillas a la que se le endurece el pezón primero gana platishi!

-Sip, comerás un rico postre gracias a mi órgano reproductor – me cerró un ojo.

Competencias de erecciones... la media volá.

-Oye y ¿por qué venías corriendo? – le pregunté.

Él se rascó la cabeza pero no me respondió.

-Conejito ¡La encontré! – escuché.

Noooooo, ¿Por qué a mi?

-Jo, al fin te encontramos. – se fijó en el Felipe – Y este... osea, ¿Y ustedes?

-Hola po. – le sonrió el Felipe.

PD: ¿Querís pololear conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora