Where Are You Now - (Gosh Cuthley fanfiction)

Buscando respuestas.

— Su té con limón, joven.

El mozo apoya la taza en la mesa. Asiento sin decir nada, sólo miro hacia la puerta esperando a Harry.

Estoy ansioso por volverlo a ver. La última imagen que tenía de él era riendo, seguramente por alguna idiotez que yo habría dicho, mientras tomaba de la mano a su novio Louis y recorríamos un gran parque. Sonrío en mi soledad. Era por eso que necesitaba hablar con él sobre esto, quien mejor que Harry para aclarar estos sentimientos raros y confusos que tengo en esos momentos?.

— George Shelley.

Su voz vuelve a mi memoria.

— Harry Styles.

Bromeo con una voz gruesa. Reímos. Me levanto solo para abrazarlo fuertemente. 

— Me alegra volver a verte.

Dice mientras me despeina. 

— Lo mismo digo.

Tomamos asiento. 

— ¿Cómo estas? ¿Mejor? — Pregunta preocupado. Asiento.

— Los médicos dicen que avanzo muy bien y que de a poco voy a ir recordando todo.

— ¿Pérdida de memoria? Pero me recuerdas.

— ¿Cómo no hacerlo? Sos mi mejor amigo.

Sonríe y baja la mirada.

— Todo este tiempo siempre te visite en el hospital. — Dice como si hubieran pasado años.

— ¿Durante este mes?- Lo miro esperando respuesta. Duda unos segundos.

— si sí, durante este mes.— Afirma y apoya el codo sobre la mesa mientras sostiene la cabeza con su mano. Me mira fijamente. — ¿Por qué el apuro en verme?

Revuelvo mi taza de te y miro hacia el gran ventanal que hay a mi izquierda.

— Harry. ¿Recuerdas cuando teníamos esas largas charlas en la madrugada sobre nuestras vidas?

— Me alegro que lo recuerdes. Claro que si lo hago.

Me tomo una pausa. Lo miro.

— Crees que podríamos tener una de esas charlas en este momento?

Se ríe y levanta la mano llamando al mozo.

— Un té de fruta por favor.— Pide y el mozo se retira. — Es mejor acompañar la charla con algo. ¿No crees?

— ¿Eso es un si? ¿Podemos hablar?-

— George. No hace falta que lo preguntes. Sólo dilo. ¿Qué pasa?

Suspiro y me preparo a contarlo todo. 

— Estando en coma tuve un sueño extraño. Tan extraño como real.Tan real que siento haberlo vivido pero nadie parece recordarlo, nadie más que yo.

Se queda callado por unos segundos.

— Raro — Es lo único que dice.

— Sí ¿No quieres saber que fue?

— Señor. Su té de frutas.

— oh gracias. — Revuelve su taza con la cuchara. — Te escucho.

— Bien. Era rubio, alto, no más que yo, sus facciones bien marcadas, era como si su rostro fuera de porcelana, pómulos perfectos, mandíbula tensa, delgado pero con brazos fuertes, rudo pero sensible. Escapábamos. No se de quien. No se de que. Pero nos atrapan y el último recuerdo que tengo de él son sus potentes ojos azules mirándome fijamente hasta que todo oscurece por completo.

Suelto el aire al terminar mi descripción. Harry me mira sin perder detalle alguno. 

— ¿Tuviste un sueño gay? — Pregunta y Le da un sorbo a su taza. 

— Eh. Si. Supongo. Pero. No se sí fue un sueño. O si lo fue, pero, fue demasiado real. No se si me explico.

— Si, si. Entiendo. Es como cuando te enamoras del personaje ficticio de un libro solo porque el autor lo describe como siempre has imaginado al amor de tu vida, pero todo esta en tu mente porque ese personaje solo aparece en las páginas del libro y no en la vida real.

Asiento y tomo un poco de té.

— Pero no soy gay — Afirmo. Él comienza a reír. 

— No por un sueño te transformas en gay George. Aunque no tendría nada de malo serlo. Yo lo soy.-

— Ey. Lo se, lo se. No me avergonzaría ser homosexual, pero a lo q me refiero es que no veo a todos los hombres con los mismos ojos con los que veo a Josh.

—¿Tienes otro par de ojos intercambiables con estos? — Bromea mientras sigue tomando su té.

— ¡Oh no! - comienzo a reír — no me refiero a eso, ya sabes. A Josh lo veo con ojos de... No lo se.

— George, no puedes ver a alguien con ningún tipo de ojos cuando fue sólo un sueño. — Sentencia y me hace volver a la realidad. Suspiro.

— Tienes razón.

— Y mucho menos puedes dudar de tu sexualidad por eso, quiero decir, el día en que te cruces con alguien real que te haga sentir lo mismo que el chico de tus sueños, ese día vienes a casa y hablamos sobre las ventajas y desventajas de ser homosexual. — Sonrío y término de tomar mi té. Él hace lo mismo. Toma su celular y mira la hora.

— Debo irme. — Dice mientras se coloca la campera.

— ¿Ya?-

— Si, perdón. Es que quedé en pasar a buscar a Louis al trabajo.

— Louis ¿siguen juntos. ¿Cómo va eso eh?

Muestra su mano orgulloso dejando ver una reluciente alianza.

— ¿Se casaron?

— No no, aún no. Es sólo de compromiso. Nos comprometimos hace unos meses.

— ¿Y cómo es que yo no lo recuerdo?

Me mira unos segundos. Se levanta y se acerca a mi. Besa mi frente y me despeina otra vez.

— Ya lo harás — Dice mientras se marcha. — Nos vemos en la semana, Voy a llamarte seguido. — Prácticamente grita desde la puerta.

— ¡Eso espero! — Digo y ambos reímos.