Where Are You Now - (Gosh Cuthley fanfiction)

Lejos de mi.

ZAYN'S POV

Mi cuerpo se estremece al escuchar esa charla. No era que en verdad deseara escuchar detrás de la puerta, como si me importara la clase de idioteces que George solía hablar con alguien como Harry, pero eso... eso que acababa de suceder no era nada bueno y por el contrario, lo único que hacía era terminar de confirmar la más temible teoría.

— ¿Psicologo? ¿Tú también con eso Harry? ¿Es que todo el mundo cree que estoy loco? 

— No. No es eso... es solo que... tal vez lo necesites. Ya sabes. Un poco de atención psicológica te haría bien y aclararía tus dudas.

— Yo no tengo dudas. — Afirma y siento que nada puede ser peor.

Es algo estúpido pensar que existe gente (como Harry) que ve en mi a una persona que sólo busca hacerle daño a George. Soy su hermano ¿Cómo podría yo desearle algún mal? Lo único que quiero es que sea feliz pero no con una historia que sólo existe en su cabeza, con algo que no tiene coherencia ni pruebas. Él afirma rotundamente que su relación con ese tal Josh existió y todos a su alrededor hemos creado una especie de conspiración en su contra, en donde solo buscamos hacerle daño y hacerle creer que está fuera de sus capacidades mentales cuando en verdad no es asi. Es en ese momento en que esa maldita pregunta ronda mi mente... ¿Y si George en verdad estaba volviéndose loco? 

No tengo forma de saberlo, no existe forma de que yo pueda encontrar una respuesta a eso por mi cuenta, porque no era ni médico ni psiquiatra ni vidente. Veo a Harry marcharse pero a los pocos minutos otra voz se escucha junto a George.

Josh está aquí. Entonces entiendo que quizás no había otra forma de saberlo que no fuera hablar de esto con la única persona que sabría que hacer.

JOSH'S POV

Sus ojos miel se fijan en mi de una forma tan extraña como familiar. Debo admitir que por más que sus actitudes me resulten escalofriantes, si estoy aquí es por algo y eso es mi inexplicable atracción por él. Siento que no tengo derecho alguno a obligarlo a callar, que necesito escuchar su historia y la razón por la cual existe ese lazo entre nosotros, por más que llevemos tan solo un par de días de conocernos. Me invita a pasar y acepto. Supongo que es lo correcto. Me siento en uno de sus cómodos sillones y él se sienta a mi lado. Un tarro con palomitas está sobre la pequeña mesa frente nuestro y frente al televisor. El DVD de 'Love Actually' está en marcha. Imposible no saber que es precisamente esa película ya que es una de mis favoritas. Aprieto mis manos entre ellas nervioso, sudando frío. Suspiro para cortar el silencio que hay entre nosotros. Miro al suelo intentando esquivar su potente mirada. No se que es lo que deba decir, si soy yo quien debe comenzar esta charla o si es él quien me debe algunas explicaciones.

— ¿No sientes algo familiar entre nosotros dos? — Pregunta y es como si estuviera leyendo mi mente.

Un escalofrío me hace reaccionar. Vuelvo a mirarlo a los ojos.

— Quizás.

— ¿Quizás? Eso es un Si.

— No lo se. Necesito que me expliques que es lo que está sucediendo.— Reclamo y él sonríe.

— Lo dices como si fuera tan fácil.

Y eso es lo que me asusta, porque veo que lo que esconde no es nada bueno, o nada normal.

— Josh — Me nombra y no puedo evitar morder mis labios al mirar su perfecto rostro ante mi. — Tú y yo. Ya nos conocemos. Y no me preguntes como o cuando, pero lo se. Se que juntos tuvimos un accidente que nos hizo perder la memoria. Se que nos amamos. Se que todos nos están mintiendo para que no podamos vivir nuestro amor.

Mi corazón parece detenerse. Respiro profundamente antes de responder. No puedo evitar lanzar una pequeña risa.

— ¿Es broma verdad? — Pregunto pero él niega moviendo la cabeza.

Definitivamente no se que decir.

— ¿No me crees?

— No. No es eso. Es que — Hago una pausa. Rasco mi cabeza — George. Yo jamás tuve ningún accidente. Jamas visité Amsterdam. Jamas te he visto en mi vida. Si, debo admitir que hay algo en ti que me resulta familiar, pero no es lo mismo que tu imaginas. De verdad me encantaría conocerte, me encantaría ser parte de tu vida, pero no con esta historia... por que no es real ¿Comprendes?

Intento ser lo mas sutil posible ante lo que siento. No quiero que George crea que no me interesa, pero no puedo seguirle el juego, no puedo fingir que nos conocemos, que nos amamos, que ambos sufrimos amnesia. No puedo mentirle. Él realmente me importa, quizás demasiado como para lastimarlo.

— Si. Comprendo pero. ¿Que hay de tu cicatriz en la frente? Es decir... Josh ¡Es de nuestro accidente! — Exclama y noto un tanto de nerviosismo en su voz.

— No. No. No. Esta cicatriz es de un juego de fútbol. Creo habértelo dicho ya. 

— No. Es de nuestro accidente.

— No existe ningún accidente entre nosotros. Basta. — Intento detener su euforia. Pero parece no ser suficiente con mis explicaciones. Él está tan seguro de que nos conocemos, de nuestro accidente, que parece estar ciego en su propia fantasía.

— Josh. Tienes que recordarlo por favor. 

Lo veo abalanzarse sobre mi. Sus lágrimas comienzan a caer. Sinceramente no se que hacer ni que decir ni cómo actuar, se nota tan fuera de sí como perdido. No se detiene ni un segundo y solloza, sin dejar de repetir que nos conocemos, que tengo que recordarlo, que el accidente nos dejó sin memoria y tantas otras cosas que no comprendo y que me dejan totalmente paralizado.

Quiero ayudarlo, pero no se cómo.

— George, calma. Encontraremos una solución a esto. Quizás un Psicólogo-

— ¡NO! — Me interrumpe en un grito. — ¡No estoy loco! ¡No necesito un psicólogo! ¡Tu tienes que recordarlo!

De pronto la situación se torna violenta y siento sus manos presionando mis brazos, sacudiéndome. Podría empujarlo para apartarlo de mi, pero me es imposible, porque claramente él me importa más de lo que alguién podría imaginar. 

— ¡George!  

El grito de una mujer detrás de él se escucha y la puerta se abre de par en par. No puedo evitar fijar mi atención en ella y su rostro lleno de pánico. 

Lo que sigue después de eso es puro desconcierto. Me veo paralizado ante la impotencia de no poder hacer nada al ver como un grupo de enfermeros lo apartan de mi, mientras él no deja de gritar y llorar. Me siento tan culpable como desgarrado. Es algo que jamás podré explicar con palabras por eso sólo me quedo inmóvil mientras soy testigo de la forma cruel y horrenda en que se llevan a George lejos de mi, en una ambulancia que va camino al Neuropsiquiatrico.