Empieza el entrenamiento y noto a Marc raro, como si no estuviera concentrado. Hay un momento extraño, y de repente Marc cae al suelo, se pega lo hostia de su vida,me levanto de golpe. Marc se levanta, intenta arrancar la moto, pero no lo logra. Mira por todos lados y ve una moto, que por lo que veo tiene las llaves puestas, y sin pensarlo la coge y se va, lo pierdo de vista y me empiezo a poner nerviosa.
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¿Qué mierda está haciendo? Al rato veo como pasa a toda hostia con la moto, suspiro aliviada. Termina el entrenamiento y acaba cuarto. Ando hacia el box, pobre Marc quedar por detrás de Valentino, Lorenzo y Pedrosa, eso le ha tenido que joder y mucho. Pasó enfrente del box de Valentino, no le prestó atención. -¿Qué le ha pasado al pequeño bambino?- suelta una voz con acento italiano, si ya odiaba a los italianos antes, ahora los odio infinitas veces más. Sin dejar de andar contesto. -Eso a ti no te ha de importar, centrate en lo tuyo y en no caerte, que a tu edad los huesos sueldan muy mal- le suelto y sigo sin pararme. Llego al box y lo veo otra vez en la silla, Alex está a su lado sin decir nada. Me ve y se acerca. -¿Cómo está?- le pregunto a Alex, conociendo el tamaño del ego de Marc esto no le sienta nada bien. -Pues como el culo, no está concentrado, y creo que ha sido por algo que le ha dicho Valentino- comenta mirando detrás de mi. -¿Como Valentino? Si no se han acercado a menos de 20 metros- le digo sin entender. -En la salida el andaba para ponerse en su sitio y le ha dicho algo, eso ha desestabilizador a Marc, pero no se que le ha dicho, y Marc no me lo quiere decir. -¿Cuándo es la clasificación?- le pregunto. -Esta tarde a las cinco- contesta sin entenderme. -Esta tarde correrá como siempre, de eso me encargo yo. No dejo que me conteste y me acerco a Marc, decidida y sin vacilar. -Enano gruñón tenemos que hablar- le digo agachandome y apoyando mis codos en mis rodillas. -Esa frase no suena bien- dice sonriendo de lado. -Lo que tu digas, te doy 20 minutos para quitarte el mono, ducharte y ponerte ropa de calle- le digo mirando mi móvil. -Estás loca, no me da tiempo ni flipando. -Pff, pues vaya mierda de campeon que eres- le pico, algunos hombres, para no decir todos, son más simples que el mecanismo de un chupete. -Esta bien- se levanta y se va, sonrío victoriosa. -¿Qué tienes pensado?- me prefuta Alex que se ha parado a mi lado. Suspiro. -Nada, tengo 20 minutos para pensar- le contesto. -Pues mucha suerte- dice marchandose. -Gracias por los ánimos eres el mejor amigo del mundo. Ando hacon el motor-home, pero antes paso por el box del maldito italianini. Entro como pedigo por mi casa. Lo encuentro hablando con lo que supongo es uno de sus mecánicos. Me ve y se despide del hombre con el que habla. -Vaya, vaya, vaya, ¿Pero que tenemos aquí?- pregunta con voz cantarina. -Lo que yo veo aquí es una vieja gloria que se aferra a una ilusión para seguir creyendo que es joven para esto, y que si para ello a de agredir física o psicológicamente a un adversario no lo dudará dos veces y eso me parece patético, y no sólo patético si no lamentable, pero eso ya queda a tu juicio, pero que sepas que el deporte no debe ser manchado de la manera en que tu lo haces- está en shock, no dice nada. Me doy la vuelta y me marcho tal y como llego. Emprendo mi camino al motor-home, miro el móvil y quedan diez minutos para que se cumpla el plazo que le he puesto a Marc. -¿Estás listo ya?- pregunte entrando. -Si ya estoy, vamos. Salimos del circuito. Paseamos por la ciudad, de tanto en tanto lo paran, pero siempre con una sonrisa. -Es diferente- comento mientras me paro. -¿El que?- pregunta sin entender. -Tu sonrisa, siempre es radiante, amplia, se podría llegar a comparar con la del Joker, pero ahora no es esa y me preocupa- le digo mientras vuelvo ha andar y me siento en un banco, tanto andar hemos llegado a un parque-mira, entiendo que estés triste, decepcionado incluso frustrado, pero nunca derrotado, y ahora mismo es como estas, Marc tienes un equipo fantástico tus padres y hermano te apoyas y tú, ¿a la primera dificultad te rindes? Me esperaba más de ti. Se que eres capaz, pero de nada sirve que todos lo sepamos menos tu. Abre los ojos y mira a tu alrededor, todos esperan que vuelvas y plantea cara a tus rivales, no has perdido la guerra, sólo una pequeña batalla- me pongo en pie y lo miro, está con la cabeza gacha- Es hora que te limpies el polvo y vuelvas al campo de batalla, tu decides, yo, todos te estaremos esperando. Me voy sin mirar atras, es hora que el reflexione y lo mejor es que lo haga sólo. Llego al circuito y me encuentro a Alex. -¿Cres que estará bien?- pregunta preocupado. -Tengo fe que si. Nos sentamos en unas sillas y seguimos hablando. Le cuento la charla que he tenido con el italiano y el muy capullo se echa a reír. De repente se hace un silencio en el box y es porque entra Marc, con el mono puesto y por lo que parece preparado para la clasificación. Nuestras miradas se cruzan mientras sus mecánicos le dan instrucciones y le comentan yo que se que de la moto, me sonríe con su sonrisa de siempre la auténtica, le correspondo y le levanto los dos pulgares. Sale a la pista y corre como nunca, pero queda segundo, por detrás de Valentino. -Creo que la charla ha funcionado- comenta Alex contento. No digo nada, Alex se tira encima de su hermano una vez baja de la moto. Me salgo del box, todo el mundo felicita a Marc, prefiero esperar que todos terminen.