Marí fue quien le dio la bienvenida con un maullido antes de enredarse entre sus piernas.
—Hola bonita— la saludó, arrojó sus llaves sobre la mesita más cercana y se acuclilló para acariciarla, —¿me extrañaste?
Respondió con un ronroneo.
Entonces se dio cuenta de algo, que el lugar estaba en penumbras, así que de inmediato se puso de pie para prender las luces; qué tal si al demonio se le ocurría aparecer de la nada, no quería llevarse sorpresas.
Exhaló aliviado cuando notó que todo estaba en orden. La puerta de cristal que daba al balcón estaba perfectamente cerrada al igual que la mayoría de las ventanas, sólo dejaba abierta una, para que Marí pudiera respirar aire fresco.
Caminó hacia la cocina seguida de su mascota, le sirvió un poco de leche y luego regresó sobre sus pasos a la sala.
—¿Te gusta tu nueva vida?— aquella voz le erizó la piel. El demonio de tez morena estaba cómodamente sentado en el sofá.
—Ee-ehh...
—No me digas que no disfrutaste ver el amanecer de nuevo y los colores en tus estúpidos dibujos.
—No son estúpidos.
Eivan levantó ligeramente una ceja algo sorprendido; la primera reacción del mortal había sido un titubeo y ahora al defender su trabajo se había mostrado firme, incluso un poco molesto.
—No son estúpidos— repitió, luego agregó nuevamente temeroso, —y sí, me gustó.
—Eso es lo mínimo que esperaba, ya que no fue gratis— sonrió tétricamente.
El gesto de temor pasó a uno duro. ¿Acaso el demonio se estaba burlando de él? Entonces recordó su gran idea.
—Ya tengo el primer deseo— dijo ignorando el comentario de aquél ente.
—¿Tan pronto?— se removió para acomodarse mejor y palmeó suavemente el colchón de junto, —ven y dime.
—¿Eh?
—Vamos precioso, no muerdo; a menos que ése sea tu deseo.
—Por supuesto que no.
Inocente, pero a la vez directo y firme; eso le agrado, tanto que sólo atinó a carcajearse.
—Ven— dijo nuevamente cuando recobró al aliento, —quiero escuchar lo que deseas.
Otra vez el temor invadió su cuerpo y haciendo acopio de todas sus fuerzas dio los pasos necesarios para llegar hasta el sofá.
Posó su trasero en el cojín y se removió de tal forma que quedó lo más lejos posible de él; era un sillón donde fácilmente cabían tres personas así que la distancia entre ellos era notoria.
—¿Qué será?— habló del demonio, —¿Fortuna tal vez?
—No, quiero algo más sencillo— bajó la mirada.
—¿Más sencillo?— arqueó las cejas, —en realidad nada sería difícil— alardeó.
—Entonces deseo que— carraspeó, allí se iría su primer deseo y estaba seguro de que valía la pena; consideró que ya había sido demasiado egoísta y que lo que estaba por pedir era lo justo, —deseo que el trabajo de Edmundo sea aceptado y publicado por la editorial.
La mandíbula del alto amenazó con descolocarse, —¡¿Qué?!
—Ya lo oíste, deseo que los maravillosos dibujos de mi amigo sean aceptados— y levantó el rostro para mirarlo a los ojos, para demostrarle que no era broma.
![](https://img.wattpad.com/cover/50898507-288-k462230.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Susurro en la Oscuridad
ParanormalLos hijos de los demonios Nisroch y Kelen han "pasado la eternidad" abusando de todo, en especial del sexo desenfrenado; hasta ahora. Edmundo y Adam son unos dibujantes novatos, trabajan en el mismo lugar y son los mejores amigos. Cuando Edmundo con...