La sobrina de los Salvatore

CAPÍTULO 3

   -¿Qué es lo que debemos explicar Bon-Bon?- sonó una voz, fácilmente reconocible, desde la puerta.

   Allí estaban Damon y Stefan con una chica idéntica a Katherine. La verdad es que se veían muy bien, Stefan no parecía tan fuera de sí como antes y Damon...no, Damon seguía pareciendo un capullo. Ninguno de los dos me había visto hasta que Damon giró la cabeza y me vio.

   -Vaya, vaya, la chica perdida de la familia, nos honra con su presencia después de tantos años.-dijo y vino a abrazarme, abrazo al cual respondí con gusto- sigues igual de enana.

   -Y tu sigues igual de capullo- contraataqué.

   -Ahí tiene razón- respondió el humano moreno.

   -Sí, bueno, Damon creo que va siendo hora de que la sueltes no solo es tu protegida ¿sabes?-dijo Stefan liberándose del abrazo de Damon y abrazándome.

   - Dios me libre si alguien. Piensa que soy vuestra protegida- dije sacándole la lengua a Stefan.

   -Sí está muy bien todo este sentimentalismo, pero alguien nos podría explicar quien es ella- preguntó la barbie rubia.

   -Claro, que maleducada soy, me llamo Elizabeth Salvatore- dije haciendo una pequeña y cómica reverencia. Por la cara que pusieron no se esperaban esa respuesta.

   -Nuestra sobrina- puntualizó Damon

   -Espera, ¿es vuestra sobrina?- preguntó la chica que se parecía a Katherine.

   -Sí, es una larga historia. Elizabeth, ellos son Matt Donovan, Tayler Lockwood , Caroline Forbes, Bonny Bennet y Elena Gilbert.-declaró Stefan ganándose una mirada de desconcierto de mi parte.

   -Un placer.- me quedé mirando fijamente a Elena- sabes eres igual que Katherine.- comenté y enseguida se tensaron la mayoría.

   -Me lo dicen muy a menudo.- contestó.

   -Por cierto ahora que me acuerdo, ¿donde está mi querido sobrino Zach?

   -Lo maté- contestó Damon tranquilo. Me giré hacia él y le rompí el cuello, haciendo que cayera al suelo "muerto".

   -Esta chica ya me cae bien- contestó Tayler.

   Habían pasado dos horas desde que le había roto el cuello a Damon, había conocido a su peculiar grupo y sus historias.

   Ahora me encontraba sola con Stefan y Damon hablando de lo que habíamos hecho durante estos años. Podría estar así por siempre si no fuera porque me entró hambre.

   -Chicos, tengo hambre vamos a cazar a alguien- cuestioné poniéndome de pie.

   -Yo iré encantado, Eli. Pero creo que Stefan prefiere la dieta vegetariana. Vamos conozco un buen sitio, te dejo elegir cena.- dijo Damon cogiendo su chaqueta- Adiós hermanito.

   -Intentad no matar a nadie.- grito antes de que saliéramos.

   -No prometo nada- grité de vuelta y salimos de la casa.

   Habíamos ido al Mystic Grill a emborracharnos y a buscar la cena.

   -Y bien, ¿a que has venido a Mystic Falls, el tranquilo y pacífico pueblo donde no ocurre nada?¿Que retorcido y malévolo plan tienes en mente?-preguntó Damon cuando trajo las bebidas de la barra.

   -Por la familia, tío. ¿Por que si no?- como es obvio no pensaba contarle mis planes a él ni a nadie.

  - Ya, digamos que cuando yo volví, puse esa escusa y no tenía nada que ver. Así que confiesa, te puedo ayudar. Tío y sobrina cumpliendo un plan malvado...¿Que me dices?- es tentadora la oferta pero no creo que ni siquiera el desafiara a los Originales.

   -Viene por la familia, Damon. Pero vamos a lo que realmente me interesa- hice una pausa para beber.- Elena Gilbert, es idéntica a Katherine. ¿Son familia?

   -No, no, Elena no es familia de esa víbora. Gracias al cielo. Es una réplica.- explicó y pude notar cierto cariño en la voz al nombrar a la chica.-No es como Katherine, El. Ella no juega con nosotros y es actualmente mi novia. - dijo de pronto, serio, por primera vez.

   -Vale, vale, tranquilo hombre. Es que sé que Katherine era una zorra de primera.

   -Y lo sigue siendo. O lo era ya que está muerta definitivamente. Ahora elige presa. Intenta que no sea Matt, digamos que es el ex y el mejor amigo de mi novia, perdería puntos.- dijo guiñándome él ojo

   Paseé la mirada por todo el local hasta que vi a mi víctima. Era la morena estatura media y delgada que nos había servido la primera ronda.

   -La camarera, la morena,estatura media y delgada. En la barra.-le confirme sin mirarle, pues no podía apartar al mirada de ella. Seguía cada uno de sus movimientos desde donde estábamos podía oír como latía su humano corazón, como bombeaba la sangre a su cuerpo y no puede evitar imaginar como sabría su sangre. En un impulso provocado por el hambre me levante de mi asiento dispuesta a beber de ella aquí mismo, pero una mano me agarró fuerte del brazo y me obligó a quitar la mirada de mi presa.

   -Estás loca, no puedes atacarla aquí, delante de toda esta gente, te verán- dijo Damon y me obligó a sentarme de nuevo.

   -Pues los matare a todos y problema solucionado- contesté con demencia, sin pensar en nada más que en la sangre, su sabor y su olor. Llevaba días sin poder comer, ni siquiera una bolsa de sangre y yo cuando tenía hambre podía llegar a ser mucho peor que Stefan.

   -Damon, creo que deberías intentar controlar a tu amiga. No me apetece que por su culpa descubran que hay vampiros en Mystic Falls.- dijo una voz detrás mía, no la reconocí pero por lo que había dicho era un vampiro. De pronto sentí que se sentaba a mi lado y volteé a verlo. Era atractivo, alto, ojos azules, su pelo era rubio-cobrizo, tenía una sonrisa en la cara, haciendo que se formaran dos adorables hoyuelos en sus mejillas

   -¿Y tu quien eres?- tal vez me salió demasiado borde, pero tenía hambre y no estaba para tonterías.

   -Nicklaus Mickelson- se presentó cogiendo mi mano y depositando un beso. Mi objetivo de encontrar a los originales no estaba siendo difícil después de todo.

   -Así que tu eres el híbrido narcisista, psicópata y egocéntrico al que todos temen, me imaginé otra cosa más, no sé, con un aspecto más...temible-(y menos atractivo) esto último, obviamente no lo dije en voz alta, Damon me dio una patada por debajo de la mesa, intentando contener la risa.

   -Creeme que he luchado contra este tío y es de lo peorcito que hay.- dijo mi tío intentando que pasaran desapercibidas mis palabras.

   -Y tiene razón, soy de lo peorcito que hay. Pero tu no me has dicho tu nombre-preguntó el híbrido.

   -Soy Elizabeth Salvatore. Ahora les dejo hablando de sus cosas caballeros, no quiero que se me escape la cena, no tardes Damon o puede que no te deje sangre.-me despedí puesto que vi que la camarera empezaba a salir, supongo que debería haber terminado su turno.

   -Ve yendo y recuerda que Stefan dijo que NO matáramos a nadie.- esto último lo dijo bajo solo para que oídos vampiros lo pudieran oír y no los adolescentes que pasaban por ahí en ese momento.

  -Sí, claro, un placer señor Mikaelson.- dije, cogí mi bolso y empecé a seguir a la camarera.