La sobrina de los Salvatore

CAPÍTULO 4

POR FAVOR, LEED LA NOTA DEL FINAL.

La chica caminaba a un paso moderado, de vez en cuando miraba a sus espaldas. Se dirigió hacia el aparcamiento, que estaba detrás del Grill, cuando llegó se detuvo junto a un coche azul y empezó a buscar algo en el bolso, supuse que eran las llaves del coche. Aproveché entonces y me puse detrás de ella. Al sentirme se dio la vuelta y se sobresaltó un poco, pero enseguida la acorralé contra el coche.

-No te muevas, y no grites a menos que yo te lo diga.-usé mi convulsión con ella, no quería que se me escapara en lo que llegaba Damon, aunque sería excitante.

Al rato llegó Damon, le hice una seña para que mordiera él primero. Se acercó a ella y le clavó los colmillos. La cara de dolor de la chica no tenía precio. Después de un rato Damon se separó de ella y me acerqué yo. La sangre goteaba por su cuello. Le clavé los colmillos en el cuello, la sangre inundo mi boca, mis pensamientos se vieron nublados por su sabor, no pude contenerme y clavé más fuerte mis colmillos en su cuello, haciendo que emanara más sangre de la herida. Me desconecté, empecé a beber cada vez con más intensidad. No oía apenas la voz de Damon que me llamaba, solo podía concentrarme en el corazón palpitando sangre de la chica. De golpe me separaron de mi presa haciéndome volver poco a poco a la realidad.

-No mentías cuando decías que tenías hambre- dijo Damon mirando a la chica que estaba medio moribunda.- Vete a casa, yo me encargo.-su tono dejaba en claro que no había opción a réplica.

Me fui de allí a velocidad vampírica, solo me detuve cuando llegué a la casa. Abrí la puerta de la entrada y puse una sonrisa falsa. En la entrada estaba Stefan.

-¿Qué tal?¿Y Damon?-preguntó poniéndose serio al ver que no estaba.

-Me ha dicho que ahora venía, se ha entretenido un poco.-dije encubriendo lo que había pasado. Stefan iba a decir algo pero lo interrumpí

-Estoy cansada me doy un baño y me voy a dormir. Buenas noches.- besé su mejilla y subí deprisa a mi cuarto.

Cuando ya estoy dentro del baño mi móvil empezó a sonar pero lo cogí sin mirar quien era.

Llamada.

-¿Diga?

-Eli, lo siento, pero me tengo que volver a Nueva Orleans.- dijo, acelerada la voz de mi amigo. Abrí el grifo de la bañera para que no pudieran escuchar la conversación

-Espera, Fedric, ¿Qué a pasado?

-Ha habido más ataques a vampiros. Y lo que sea que esté matando a los vampiros, también ataca a las brujas y a los lobos. Y nadie sabe que o quien nos ataca. Básicamente Nueva Orleans tiene un asesino fantasma.