CAPÍTULO 14

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   Después de que desayunar algo de lo que cociné Stefan me llevó con él al sótano, supuse que quería darme una especie de charla, como esas que dan en los grupos de rehabilitación, pero me equivoqué. Hizo como en la noche pasada y me empezó a dar bolsas de sangre.

   -¿Quieres hablar de como te sientes? Sabes puedes contarme lo que quieras, puedes confiar en mi.- Claro que lo sabía, pero digamos que no me gusta mucho hablar sobre sentimientos y demás cosas cursis.

   -Lo sé Stefan, estoy bien, no te preocupes solo ha cambiado la cantidad de sangre que consumo.- contesté enviándole una sonrisa, que hizo que me creyera.

   La mañana del sábado pasó tranquila, no había vuelto a escuchar la dichosa canción, la mujer rara no había vuelto a aparecer y yo estaba intentando controlar las ganas de clavarle el diente a algo, cabe destacar que no me dejaban casi sola, hasta que llegó Rebekah y a pesar de la falta de confianza por parte de Damon hacia la rubia, aceptó a dejarme ir con la rubia a dar una vuelta. No es como si no lo hubiera hecho sin su consentimiento, al fin  y al cabo no soy una cría.

    Rebekah decía que lo que mejor le despejaba la mente era un buen día de chicas yendo de compras, y en eso estábamos, la original había insistido en ir en su coche a un nuevo centro comercial en una ciudad cercana.

   -Oye Bekah, no creo que sea la mejor de las ideas, es decir, vamos a un centro comercial, lo que implica que habrá gente.

   -Claro que habrá gente, ¿es que nunca has ido de compras?-responde divertida, creo que no ha entendido a lo que me refería.

   -Por supuesto que he ido de compras, pero a lo que me refiero es que habrá personas, con cuerpos llenos de sangre y ahora estoy en modo semi-destripadora, ¿crees que es una buena idea dejarme ir a ese tipo de sitios?

   -No va a pasar nada y por si lo has olvidado,soy un original, si intentas algo podré contigo- dijo mirándome con una sonrisa sincera que me hizo relajarme.

   Llegamos unas horas más tarde, la rubia estacionó en el aparcamiento del centro y juntas subimos mientras hablábamos y reíamos, lo realmente malo llegó cuando las puertas del ascensor se abrieron dejando ver la primera planta llena de tiendas y de personas, había parejas jovenes, matrimonios, grupos de adolescentes, ancianos y familias con niños pequeños. Rápidamente, Bekah tiró de mi brazo para sacarnos del ascensor e introducirnos entre la multitud mientras buscaba una tienda en específico.

   Estuvimos yendo de una tienda para otra, hasta la hora de la comida donde fuimos a uno de los muchos restaurantes que había, después dejamos las numerosas bolsas en el coche y a caminar por la ciudad.

   -No ha sido tan malo como espera, gracias Bex, me estaba volviendo loca con Stefan y Damon siguiendo cada uno de mis pasos- ambas reímos ante este último comentario mientras nos sentábamos en la terraza de una pequeña cafetería.

   - Eli, una pregunta, ¿qué te parecen mis hermanos?- dijo mirándome con una sonrisa 

   -No entiendo a que te refieres Rebekah,es decir, conozco a Elijah, a a Klaus y Kol pero no es que haya entablado una conversación demasiado profunda con ellos, ¿por qué la pregunta?

   -Lo digo porque a ellos, como ya te dije, les pareces curiosa y me preguntaron por ti nuevamente, es la primera vez, en mis más de mil años, que veo a mis hermanos coincidir en algo y como ya te dije Kol tiene una pequeña obsesión contigo- me sonrió con picardía.

   -No sé si es bueno que tus hermanos coincidan en una cosa así- dije riendo un poco.- por cierto, mla otra vez me contaste que tu hermano Finn estaba deprimido por la muerte de su novia.

   -Sage en realidad era la amante de Finn, él la convirtió y cuando Klaus le clavó la daga, ella espero 900 años a que él volviera. No me caía muy bien ella, pero me gustaría tener a alguien así algún día.

   -En eso no creo que tengas problemas, el día que nos conocimos te vi hablando muy cómodamente con Matt en la barra- una pequeña risa salió de la rubia

   -No, no es gran cosa lo que hay entre nosotros, no llegamos a ser pareja pero es un buen entretenimiento, ya sabes a que me refiero.- comentó con una sonrisa pícara-  En realidad hay un chico, es un vampiro, Nik le salvó cuando era un niño y después le transformó.- por lo que está contando, parecía la historia de Marcel- ¿y tu?¿tienes a alguien especial?

   -No, no, a nadie, no me he centrado en relaciones románticas últimamente, hubo un hombre viudo que tenía un hijo pequeño, hace unos años, él murió y yo crié al niño, es como mi mejor amigo

   -Osea que en cierta forma tuviste la oportunidad de ser madre, ¿no?- preguntó con los ojos brillantes

   - Podría decirse así, sí- respondí con una media sonrisa

   -Eso es lo malo de la inmortalidad, los vampiros no podemos tener hijos- hizo una mueca de tristeza, cosa que es comprensible, ya que me había contado que antes de transformarse quería formar una familia. Esto dejo un pequeño silencio que rápidamente ella se encargo de romper y empezamos a hablar de cosas más banales y divertidas.

   Cuando ya empezaba a oscurecerse volvimos a por el coche y nos dirigimos a Mystic Falls, llegamos más tarde porque no pude controlar más las ganas de beber sangre y la rubia original y yo nos paramos en un bar de carretera e hipnotizamos a unos chicos para que nos siguieran hasta afuera, nos alimentáramos de ellos, obviamente, después les borramos la memoria y reanudamos el camino. Bekah me dejó en la puerta de casa con mis bolsas y se fue, cuando entré me encontré a Stefan y a Damon con Caroline y Elena hablando en el sofá.

   -Buenas noches.- saludé a los cuatro que se habían girado para verme y cuando vi la cara de Damon decidí no dejarle hablar- Hoy a sido un día muy cansado, me voy a la cama, les veo por la mañana.

   Sin más subí a mi habitación, decidí colocar las compras antes de dormir; eso hacía  cuando sonó mi móvil, que estaba en la mesilla. Era un mensaje, debí olvidármelo aquí cuando salí con Rebekah. Tenía siete llamadas perdidas de Damon, tres de Stefan y un mensajes de texto de Fedric.

La sobrina de los Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora