CAPITULO XIII
-Haruki. -Diaval llamó por tercera vez al joven rubio que se mantenía con la mirada perdida en el fondo del camino, que al parecer era mucho mas interesante que las piruetas que el pequeño <sumok> hacia para llamar su atención.
Habían pasado ya un par de días desde que Hayato le contara a Haruki sobre sus alas, y como era de esperarse, ninguno de los dos había tocado el tema de nuevo.
Por supuesto, esto no impedía que Haruki pensara una y otra vez en aquel malvado hombre que había sido capaz de lastimar de esa forma tan cruel a <su príncipe>, y en la forma en que habían robado las alas de este.
Un sinfín de ideas pasaron por la cabeza del joven doncel, algunas mas descabelladas que otras, pero ninguna que fuera de ayuda para resolver aquel rompecabezas.
<El hombre malvado y cruel> podía haber sido cualquiera. Desde un soldado o granjero, hasta un simple costurero.-Haruki, ¿estás bien? - Diaval volvió a intentar captar la atención del doncel, esta vez tocando su hombro con suavidad para traerlo a la realidad.
-Oh, lo siento, me distraje un poco. -Dijo con una pequeña sonrisa mientras le regalaba a Vocbok una suave caricia detrás de las orejas a modo de disculpa por su falta de atención. -Pensaba algunas cosas...
-Debieron ser cosas muy importantes para que te distrajeras de esa forma. -Diaval comentó, viendo al muchacho con atención. No era común ver a Haruki tan serio y callado. El chico siempre desbordaba alegría y energía, y verlo con la mirada perdida aunque solo fuera por unos breves momentos, hacían preocupar al hombre-cuervo. - ¿Está todo bien? -Preguntó un tanto preocupado.
-Sí, bueno... No lo sé... Quizás solo estoy siendo demasiado curioso y entrometido...-Dudando un poco. - No he podido dejar de pensar en las alas del príncipe y en esa persona malvada que se las quito...-Dijo finalmente.
En ese tiempo visitando <El Páramo>, Diaval se había convertido en un excelente amigo y confidente, y probablemente Haruki comenzaba a verlo más como al padre varón que no tenía.
El doncelito no había llegado a conocer a su padre y solo podía contar con los recuerdos que su papá Allen le compartía sobre el hombre de buenos sentimientos y corazón que siempre vio por ellos hasta el último día en que vivió.
Aun sin conocer a su padre, Haruki estaba seguro que si tuviera la oportunidad de pasar un momento a su lado, sentiría esa misma seguridad y confianza que siempre sentía cuando estaba junto a Diaval.- ¿Te contó? -La voz de Diaval sonó algo asombrada, e incluso una de sus cejas se había levantado incrédula por lo que escuchaba
-Solo un poquito.
- ¿Qué te dijo? - Preguntó con cautela al desconocer que tanto <su señor> le había contado al muchacho.
Él mejor que nadie, sabía cada detalle de lo ocurrido antes y después de que Hayato perdiera las hablar, y hablar de mas significaría revelarle al <Solecito> dura información que era mejor que siguiera siendo desconocida para el joven.-Solo me dijo que un hombre malo se las robo... -Dijo con tristeza. - Aun sigo sin poder creer que alguien fuera capaz de hacer algo tan cruel...
-Existe mucha maldad en este mundo, Haruki. La ambición puede ennegrecer el ama de cualquiera, a tal grado que hace cometer atrocidades.
- ¿Tú... Tú conoces a esa persona? ¿Aun vive? - EL joven preguntó con un poco de titubeo y sin atreverse a mirar a los ojos a Diaval.
-Sí, lo conocí... Y hace más de una década que no se nada de él, y para ser sincero, no me interesa saber que ha sido de... Ese monstruo...-En la voz de Diaval pudo notarse cierto desagrado al hablar de aquel hombre.
Stefan nunca había sido de su agrado y desde el primer dia que lo vio junto a Hayato, logró percibir el egoísmo y avaricia que por desgracia Hayato notó demasiado tarde.
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Páramo Maléfico (YAOI 18+)
FanfictionEsta historia es demasiado vieja y fue contada hace ya mucho tiempo. Existen diferentes versiones, pero ten por seguro que la que yo te cuento, es la más clara y veredicta de todas. Había una vez, siglos atrás, dos reinos que eran pésimos vecinos...