CAPITULO XI
Sentado en el borde de su cama y con solo la luz del atardecer iluminando su rostro, Haruki observaba con fascinación y una sonrisa en sus labios, aquel colmillo de unos 12 o 15 centímetros de largo y que según su <príncipe azul> había pertenecido a un dragón.
El joven tocaba con suma delicadeza el objeto, no solo porque este perteneciera a un animal extraño que en su vida había escuchado o visto, sino porque su <príncipe> se lo había dado y era su llave para ir y venir a <El Páramo><FLASH BACK>
Haruki despertó con el césped suave y ligeramente húmedo tocándole el rostro. Sus ojos color miel se abrieron despacio, encontrando -para su tranquilidad- el mismo panorama único y mágico que recordaba antes de caer profundamente dormido. Agradeciendo que no se tratara de un simple sueño.
-Hola, conejito. Nos vemos de nuevo. -Saludó a la esponjosa criatura que lo despertó la primera vez, incorporándose del suelo con algunas ramitas pegadas en su rubia cabellera.
-Eso no es un conejo. -La voz gruesa y potente de Hayato se escuchó a muy pocos metros del muchacho.
-Pero sí parece uno. -Dijo el rubio al hombre de grandes cuernos en la cabeza que le daba la espalda.
-Que parezca uno, no significa que lo sea. -Dijo con sabiduría y disminuyendo un poco ese tono antipático con el que le hablaba al humano.
-Entonces, ¿que es? -Preguntó curioso al hombre que se mantenía con la espalda erguida y con los pies en el borde de ese rio de luces brillantes.
-Es un <Suwak> Es una criatura alada que vive en el territorio de las hadas. -Dijo respondiendo enseguida la pregunta que seguramente esa <Bestia> parlanchina le formularia. -De hecho solo se acerca a las hadas y es muy hostil con otras criaturas, sobretodo con los humanos. -Comentó viendo de reojo a la <Bestia> y al <Suwak> que se mantenía junto a ella.
Por si acaso Haruki no creía las palabras del otro, la pequeña criatura que él creía era un conejo, se elevó unos centímetros, revelando un par de pequeñas alas plateadas que brillaban a la luz de la luna.
- ¡Que hábil eres volando! Tienes que enseñarme todo lo que puedes hacer. -Alabó a la criatura que dio un par de piruetas en el aire demostrando sus habilidades.
Haruki no lo sabía, pero a los <Suwak> les gustaba que los alabaran. Eran criaturas orgullosas y algo desconfiadas, pero leales compañeros si lograbas hacer que uno fuera tu amigo.
-Dime, amiguito, ¿tienes nombre? -Le preguntó a la esponjosa y tierna criatura que le dio un pequeño chiflido a manera de respuesta.-Su nombre es <Vocbok>.-El señor de todo <El Páramo> tradujo para el joven.
- ¿Puedes entenderle?
-Soy un hado, ¿que esperabas? -Hayato rodó un poco los ojos, comenzando a hartarle aquel tonito de asombro que esa <Bestia> daba cada vez que se enteraba de algo nuevo.
-Mucho gusto, Vocbok. Yo soy Haruki. -El joven doncel se presentó, recibiendo otro chiflidito a modo de respuesta, acompañada de una voltereta por el aire que por supuesto fue alabada por el rubio. -Este rio también tiene magia, ¿verdad? -Haruki se levantó tras la pequeña presentación con su nuevo amigo, se sacudió un poco las rodillas cubiertas por pasto, y caminó hasta colocarse junto al hombre de verde mirada, volviendo a quedar fascinado por los colores brillantes que salían del agua.
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Páramo Maléfico (YAOI 18+)
FanficEsta historia es demasiado vieja y fue contada hace ya mucho tiempo. Existen diferentes versiones, pero ten por seguro que la que yo te cuento, es la más clara y veredicta de todas. Había una vez, siglos atrás, dos reinos que eran pésimos vecinos...