Fue un viernes de la primera semana de agosto de aquel año cuando todo cambió.
Habíamos pasado más de 4,895 días en esa casa.
4, 895 días en los que se habían tenido unos 3 contactos con el exterior, todos por la noche en el jardín trasero con mamá y que no excedían los 10 minutos.Estábamos tomando el desayuno cuando algo que nunca pasaba ocurrió.
Llamaron a la puerta.
Mamá nos ordenó ir a nuestras respectivas habitaciones mientras sudaba como si hubiera corrido un maratón. Yo no tenía miedo, sólo curiosidad, así que me quedé espiando en un pequeño espacio entre el marco y la puerta. Vi como mamá tomaba un gran cuchillo al tiempo que los golpes de la puerta se volvían más insistentes; ella comenzó a acercarse, tomó la perilla y le dio la vuelta antes que un hombre alto y moreno fuera rebelado.-¡Nancy! -dijo él con un tono de alivio- ¿dónde están los chicos?
-¡Vete! -gritó he intentó apuñalarlo, pero él le detuvo la mano en lo alto.
-Nancy... no hagas esto, déjame ayudarte... -su voz mostraba genuina angustia, pero mamá sólo se alteró más. El hombre regresó la vista al patio e hizo un movimiento de cabeza señalando al interior. Acto seguido, dos fuertes mujeres entraron y tomaron a mi madre por los brazos para que no pudiera herir a nadie.
Dom hacía lo mismo que yo, y al ver la escena, salió corriendo hacia aquel hombre.-Señor... por favor... se lo suplico -lágrimas comenzaban a caer de los ojos del rubio, quien ahora tenía la cara roja y la voz rota- haga que la suelten.
-Dom, hijo -respondió él a punto de imitar las lágrimas del chico- cuánto has crecido... -y lo abrazó protectoramente, aunque él forcejeara para impedirlo, mientras las mujeres sacaban a mi madre- ¿dónde está tu hermano? -su vista se dedicó a examinar todo el panorama hasta dar con mis ojos a lo lejos- Frankie...
Nunca me habían llamado de esa manera, y cuando él lo hizo, provocó en mí un extraño cosquilleo.
-¡Mamá, mamá! -gritó Dom, logrando safarse del abrazo y corriendo fuera de la casa. Al hombre no pareció importarle mucho, y se dirigió hacia mi dirección.
Yo abrí totalmente la puerta para facilitar su acceso. Quizá a mí también me daría un abrazo. Mamá nunca quiso hacerlo.
-Oh, Frankie -susurró con un par de ríos en el rostro- Frankie -sus rodillas tocaban el suelo y sus brazos rodeaban mi cuerpo. Mi primer instinto... fue corresponderle- No sabes la falta que me has hecho.
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Quiéreme [FRERARD]
FanfictionDom era feliz porque alguien lo quería. Yo también quería ser feliz. Aunque no supiera cómo. #11 en mcr #63 en frerard (20/05/19) #8 en mcr #14 en frerard (13/07/20) #11 en frerard (21/07/20)