Mi primer día en la escuela fue precedido por un elaborado desayuno de omelet, waffles y jugo de naranja. Papá se mostraba muy entusiasmado, la noche anterior me había platicado sobre sus experiencias en la preparatoria y universidad (sólo a mí, ya que Dom seguía teniendo mala disposición con él y pasaba las tardes con mamá en el sanatorio).
Faltaban 30 minutos para que comenzaran las clases, yo los sentí como una eternidad.
Papá le dio el día libre al chófer y él mismo nos llevó.Ahí estaba Belleville High School, no era la más grande o imponente, en realidad, era una escuela pública promedio (la misma donde Richard había estudiado) pero para mí, era la imagen misma de la oportunidad.
Esperamos a que abrieran las puertas en el auto, tiempo en el que papá nos dio dinero para comprar comida y nos deseo la mejor de las suertes. Era oficial, iba a entrar a esa escuela a hacer lo que se supone que los adolescentes normales hacen.
-¡Adiós, papá! -grité en cuanto vi el interior ser rebelado.
No había demasiada gente aún, pero yo estaba fascinado. Dediqué los siguientes 15 minutos a encontrar el aula que indicaba mi horario.
Por primera vez en mi vida, me sentía completamente real, no tenía que mirar de lejos ni fingir escuchar, verdaderamente estaba parado entre personas como yo (o eso pensaba), y desde que Richard había aparecido en mi vida, tampoco tuve miedo porque todo fuera falso. Llevaba pantalones estrechos, sudadera negra con capucha y una mochila verde oliva al hombro.
Cuando por fin di con el aula, ya habían unas 7 u 8 personas de una clase de 33 dentro. Todos me vieron con una chispa de curiosidad y sorpresa antes de rodearme y comenzar a hacerme preguntas.
-¿Cuál es tu nombre?
-Frank Anthony Thomas Iero Pricolo.-¿Por qué te transfirieron?
-Acabo de mudarme con mi padre.-¿Dónde estudiabas antes?
-En casa.-¿Te gusta Metallica?
-No la conozco.-¿Cuál era tu asignatura favorita en casa?
-Literatura universal.Quizá mis respuestas pudieran haber parecido simples, pero todo lo contesté con una sonrisa en los labios. Parecía agradarles, y si era así, no tenía por qué temer.
El único que no se acercó a mí era un chico en el último asiento de la última fila, que sin miedo a equivocarme, era el mismo de la parada de autobús y los cómics. Probablemente no le agradaba, y preferí no molestarlo, el fingía hacer algo en su libreta, pero lo había visto mirarme durante el interrogatorio.Si algo agradecía a papá, era haber accedido a inscribirme a un grupo diferente de Dom.
Eso era algo mío, y no estaba dispuesto a que NADIE me lo quitara.Quería un amigo.
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Quiéreme [FRERARD]
FanficDom era feliz porque alguien lo quería. Yo también quería ser feliz. Aunque no supiera cómo. #11 en mcr #63 en frerard (20/05/19) #8 en mcr #14 en frerard (13/07/20) #11 en frerard (21/07/20)