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Me senté un receso bajo tu árbol y esperé a que llegaras.
Esperé saber cómo actuar y estar seguro de lo que pasaría. Esperé que todo saliera bien.

Tu mirada fue curiosa cuando me viste ahí, pero no estabas sorprendido. Me parecía que tus ojos se habían hecho más grandes y expectantes, supuse que esto estaba bien, pero igualmente me aterré.

-¿Qué es DC y MARVEL? -me atreví a preguntar, pues era lo único de lo que habíamos hablado, si a eso se le podía llamar "hablar".

Durante ese receso, me mostraste dos de las cosas más increíbles que yo hubiera podido conocer.
Tu sonrisa a centímetros de mí y la pasión con la que hablabas del tema. Cada detalle era un rayo de luz en aquel día nublado.

Yo también quería poder hablar así de algo.

-¿Dónde dejaste a tus amigos? -cuestionaste luego de un par de minutos en silencio con un tono nervioso.

-Yo... no me gusta la manera en que se divierten.

Asentiste y el timbre sonó.

Pasé la tarde buscando algo que me interesara lo suficiente para querer saber todo al respecto, pero los reptiles, mamíferos, astros, personajes y demás me parecían igualmente fascinantes, y terminé aprendiendo lo más posible de todo, que no era mucho en realidad, pero me sirvió para la escuela.

Papá estaba orgulloso, me compró un montón de enciclopedias y un sofisticado teléfono celular que prefería dejar en casa.
En cuanto a Dom, no hablaba mucho conmigo, pero su actitud había mejorado de manera significativa. Salía constantemente por las tardes con sus amigos a quién sabe dónde.

Aún tenía miedo de caerme, pero con lo bien que estaba todo, estaba casi seguro que nada podía ser peor que los últimos años .
Y si había algo, no tendría que afrontarlo solo.

Quiéreme [FRERARD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora